VALENCIA, 28 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente del PP, Mariano Rajoy, afirmó hoy que España "es el país más fácil de Europa para las mafias", por lo que exigió al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "más contundencia" y defendió un endurecimiento de las leyes para hacer frente a las nuevas formas de delincuencia. España "es el país más fácil de Europa para las mafias, para aquéllos que trafican con personas, y las mafias lo saben", aseguró en la clausura de la convención regional que los 'populares' valencianos celebran desde ayer en el Palacio de Congresos de Valencia.
Durante su intervención, Rajoy señaló que cuando "surgen nuevas formas de delito como el secuestro express y los atentados contra chalés o contra pisos estando los propietarios dentro, hay que endurecer las leyes; es obligado endurecer las leyes porque hay que adaptarse a la realidad que hay".
"Quiero que se cumpla la ley y que se defiendan las fronteras", aseveró, y apuntó que ésa "es la política buena para los españoles, las personas que han venido de fuera y los que pretenden venir en el futuro" y "sólo es mala para las mafias, los traficantes de personas y los que actúan irresponsablemente en el tratamiento de un tema tan importante como éste".
Afirmó que en materia de inmigración "no hay criterio ni proyecto político" por parte del PSOE y por ello "todo se ha reducido a hacer la mayor regularización de la historia de España" a pesar de las "advertencias" del PP, del "criterio en contra" de la UE y de algunos países europeos.
En este punto, señaló que las regularizaciones masivas "hoy ya son un disparate porque la capacidad de acogida es ilimitada", al igual que es "ilimitada" la capacidad de un hotel o de una cafetería para albergar a gente, lo que calificó de "puro sentido común". Defendió que las personas que aspiran a regularizar su situación deben cumplir los "procedimientos" y "requisitos" que marca la ley.
"No estoy a favor y no haré ninguna regularización masiva porque ya no se hacen en ningún país de Europa", aseguró, y, al respecto, defendió la puesta en marcha de una política exterior que permita que las leyes se cumplan y se defiendan las fronteras".
Asimismo, Rajoy aseguró creer en la inmigración porque, según dijo, es "bueno que las personas honradas y decentes que puedan ganarse la vida dignamente en España vengan; es bueno para ellos y para nosotros", indicó, si bien defendió que este proceso "debe hacerse de una manera ordenada y debe ser legal". Defendió que se debe "hacer un esfuerzo de integración por parte de los que estamos aquí y los que llegan", quienes, según aseguró, "tienen los mismos derechos pero también los mismos deberes y obligaciones".
