(Ampl.)Garzón deja en libertad sin fianza de los detenidos por el ataque a una estación de tren en Rentería (Guipúzcoa)

Actualizado: viernes, 22 septiembre 2006 20:18

MADRID, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -

El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón dejó hoy en libertad provisional y sin fianza, aunque con la obligación de comparecer quincenalmente en el Juzgado, a Pablo Carral y Roberto Benito, detenidos la noche del pasado martes acusados de ser los autores del ataque perpetrado contra la estación de EuskoTren del barrio de Gaztaño de Rentería (Guipúzcoa).

En el auto dictado, el juez Central de Instrucción número 5 señala que los hechos que "pueden vincular" a los imputados con el incendio de la estación son "meramente circunstanciales, sin perjuicio de lo que se acredite" en la investigación, y subraya que no se encontraron vestigios de la acción en su ropa ni en el lugar de los hechos. Por su parte, durante la celebración de la vistilla del artículo 505 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, la fiscal Blanca Rodríguez pidió que se les impusiera una fianza de 3.000 euros para eludir la cárcel.

En su resolución, el magistrado recuerda que el incendio de la estación de Rentería se produjo a las 22:15 horas de la noche del pasado martes, y que estas dos personas fueron detenidas por la Ertzaintza sobre las 22:42 horas, cerca del lugar de los hechos, cuando se dieron a la fuga tras arrojar unos carteles de apoyo a ETA y la organización juvenil ilegalizada Segi. Se encontraban en compañía de una tercera persona que logró huir.

Garzón considera que "no sería lógico" suponer que si Carral y Benito fueron los responsables del ataque, permaneciesen casi media hora "a menos de 100 metros del lugar hasta que fueron detenidos". A pesar de encontrarse en el lugar de los hechos, su vinculación con el incendio "queda rota al no existir vestigios en su ropa, ni en el lugar de los hechos, ni en el entorno que les vincula con éstos".

Durante la toma de declaración en el juzgado, los dos detenidos aseguraron que se encontraban cerca del lugar de los hechos, porque habían acudido a una reunión vecinal en el barrio donde se encuentra la estación atacada. "Sólo a base de una interpretación basada en presunciones podría relacionárseles con el incendio que produjo en la estación de tren", sentencia el magistrado.

ENALTECIMIENTO TERRORISTA.

En cambio, el juez Garzón sí entiende que Carral y Benito "podrían tener relación" con un delito de enaltecimiento del terrorismo, puesto que portaban consigo unos carteles "alusivos a presos de ETA" y a Segi, de los que se deshicieron cuando vieron que los agentes de la Ertzaintza acudían a detenerlos.

Sin embargo, el magistrado entiende que esta imputación "no es razón suficiente" para fijar la fianza de 3.000 euros que solicitaba el Ministerio Público y considera que "queda cubierta la cautela" con la obligación de comparecer cada quince días ante el juzgado.

La noche del ataque, unos encapuchados accedieron al recinto de la estación y, tras desalojar a su responsable, rociaron el lugar con líquido inflamable para posteriormente prenderle fuego. El incendio, que fue sofocado por varias dotaciones de bomberos, causó daños de diversa consideración en la zona de oficinas del jefe de estación y en la entrada al recinto, aunque no provocó daños personales.

Una de las patrullas de la Ertzaintza desplegadas por el lugar observó la presencia de tres personas que, al detectar la presencia policial, trataron de darse a la fuga. No obstante, los ertzainas lograron dar alcance a dos de ellas, Carral y Benito, y procedieron a su identificación.

Poco después los agentes localizaron una garrafa de cinco litros que desprendía olor a gasolina, presumiblemente utilizada para cometer el sabotaje, en el trayecto entre la estación atacada y el lugar en el que se había identificado a estas personas, por lo que procedieron a su detención.