(Ampliación) Carod cree que ERC no debe salir del Gobierno catalán si el TC rebaja el Estatut

Actualizado: sábado, 14 junio 2008 17:44

Ratifica su intención de seguir estando "en primera fila" del partido

BARCELONA, 14 Jun. (EUROPA PRESS) -

El presidente saliente de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, opinó hoy que el partido no debería abandonar el Gobierno catalán en caso de que el Tribunal Constitucional (TC) emitiera una sentencia adversa al Estatut. Tras una contundente defensa de la presencia de los republicanos en el Gobierno catalán, reivindicó su intención de seguir estando "a primera fila" del partido con el objetivo de trabajar para la convocatoria de un referéndum de independencia en 2014.

En su informe de gestión presentado a la militancia durante el XXV congreso de ERC, el también vicepresidente de la Generalitat se preguntó: "¿Quién tumbará el Estatut, el TC o la Generalitat?". Y añadió que si ERC no quería estar en el Gobierno catalán debería haberlo advertido durante la campaña, ya que si saliera del Ejecutivo catalán antes de acabar la legislatura cerraría cualquier posibilidad de gobernar "en muchos años" porque "nadie se fiará" de ellos.

Tras defender que ha sido con él de cabeza de lista que ERC consiguió "los mejores resultados" desde la restauración de la democracia, reiteró su intención de encabezar de nuevo la lista republicana a las elecciones autonómicas --a lo que también aspira el nuevo presidente del partido, Joan Puigcercós-- y se dirigió a todos los sectores del partido para decirles que "el partido es de todos y os necesita a todos".

Un Carod que, una vez más, exhibió sus incontestables dotes como orador, reclamó a ERC que no sea sólo "un movimiento que hace notas de prensa, convoca manifestaciones de protesta o edita adhesivos, pins o camisetas" sino un "partido político que se presenta a las elecciones para obtener el apoyo de la gente" para "resolver sus problemas", cosa que "se hace sobre todo desde el Gobierno catalán".

"Desde la oposición se hacen otras cosas, buenas, pero no se toman decisiones irreversibles", opinó, para avanzar en su objetivo independentista. Ante esto, reclamó a la nueva dirección actitudes "sin estridencias ni indiscreciones" que lo "echan todo a perder", y erigió en ejemplo a vascos y escoceses.

Si a Carod no le sorprende que existan sectores externos a ERC que busquen su salida del Gobierno catalán, considera "incomprensible" que esta demanda llegue desde los sectores más críticos del interior de la formación.

Reclamó un partido "de palabra" que cumple con los pactos que suscribe "hasta el final", con prácticas "rigurosas", cosa "incompatible" con los "golpes de volante" y actitudes "extraparlamentarias".

"NO ES LA HORA DE LOS COBARDES".

Para Carod, ERC -con todas sus siglas, porque no está dispuesto a renunciar a ninguna de ellas-- es un "partido con pasado glorioso" y un futuro "aún mejor" si "se hacen las cosas bien". Reclamó, en este sentido, que no se "ridiculice" desde dentro del partido su propuesta de referéndum de autodeterminación para 2014.

"Ya basta de coñas fáciles que esconden frustraciones y falta de ideas" aseveró Carod a quienes no creen, tanto dentro como fuera del partido, en la posibilidad de convocar un referéndum en 2014, que quiere ver desde la "primera fila". Ante este reto, "no es la hora de cobardes, indecisos y mediocres", sino de "gente valiente".

"No somos ni una CiU más de izquierdas ni un PSC más catalanista", subrayó. Además, hizo un ejercicio de autocrítica al reconocer los "propios errores" que contribuyeron, entre otras cosas, al descenso electoral del 9 de marzo.

Pero añadió que, por otro lado, ERC ha ganado la batalla ideológica, habiendo arrastrado a CDC hacia el derecho de decidir o a que el PSC defendiera la publicación de las balanzas fiscales. Ante esto, advirtió: "No podemos despistarnos y que los otros (partidos) ganen votos y posiciones con nuestras ideas".

En clave interna, defendió que ERC es un "mosaico" de sensibilidades distintas, y en el cual "no habrá plenitud hasta que sea entero", cosa que aplaudieron enérgicamente los militantes. Por ello, llamó a la unidad de los diferentes sectores y a "cerrar la puerta al sectarismo, el amiguismo y la mediocridad" para que el partido consiga 30.000 militantes para poder aspirar a más de 20 diputados en las próximas elecciones autonómicas.

A Carod le despidieron de pie los militantes asistentes tras su intervención. Hasta acabaron levantándose, en el último momento, el nuevo presidente, Joan Puigcercós, y el secretario general, Joan Ridao, quienes tuvieron que dirigirse ellos a saludar a Carod, que ya había vuelto a su sitio, junto su esposa y al ex presidente del partido Jordi Carbonell.