El Ararteko cree que la persistencia de un sector de vascos que no rechaza a ETA favorece su continuidad y regeneración

Actualizado: lunes, 31 agosto 2009 21:12

Llama a "rebelarse ante el horror" y crear "un tejido moral" que expulse "el odio y el fanatismo"


BILBAO, 31 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Ararteko (Defensor del Pueblo vasco), Iñigo Lamarca, cree que "la existencia y persistencia de un sector de la población vasca que no rechaza las acciones de ETA, favorece la continuidad y la regeneración de esta organización terrorista". Por ello, realizó un llamamiento a "rebelarse ante el horror" y crear "un tejido moral" que expulse "el odio y el fanatismo" de la sociedad vasca.

En un artículo publicado en la revista 'Bake hitzak' (Palabras de paz) de Gesto por la Paz, recogido por Europa Press, el Defensor del Pueblo vasco manifestó que "el no rechazo" de una parte de la población "llega, en algunos casos, a la justificación de la violencia, actúa como disolvente de la ética de respeto a los derechos humanos, que quedan supeditados y subordinados a la cosmovisión del mencionado sector social".

A su juicio, esta cuestión "adquiere una dimensión particularmente preocupante cuando los planteamientos que lo alimentan son sostenidos y defendidos por menores de edad". "De ahí la necesidad de construir herramientas eficaces que incidan en las vías de transmisión y adquisición de valores por parte de los menores de edad, con el fin de que estos valores se incardinen sin excepciones en la ética de respeto a los derechos humanos", dijo.

El Ararteko llamó a rebelarse ante "el horror que habita entre nosotros, denunciándolo, gritando a favor de la vida y de la libertad, y tejiendo permanentemente un tejido moral tan dañado en la sociedad vasca".

Para Iñigo Lamarca, ésta sería la manera de "expulsar de nuestro seno el odio y el fanatismo, y consiga que los valores de respeto a los derechos humanos enraícen sin excepciones ni relativismos".

"Dentro de unos años, espero que sean muy pocos, cuando miremos atrás, un escalofrío atravesará nuestro corazón al recordar la terrible situación que decenas de miles de conciudadanos padecieron durante mucho tiempo, y nos preguntaremos por qué la sociedad vasca no fue capaz de impedir que el fanatismo y el odio camparan a sus anchas entre nosotros, inyectando en algunas personas -muchas de ellas muy jóvenes- el veneno de desear la muerte de quienes consideraban enemigos suyos y de llegar a asesinarlos", destacó.

SITUACION DE "EXTREMA GRAVEDAD"

En su opinión, la situación que se vive en Euskadi "es de una gravedad extrema", que no tiene "parangón en ningún lugar del mundo cuyos parámetros de desarrollo, organización político-social y nivel de vida sean asimilables a los nuestros".

"Probablemente, por puro instinto de supervivencia, en el sentido de evitar problemas y sufrimientos, no queremos adquirir conciencia plena acerca de la amenaza de muerte que pende diariamente sobre decenas de miles de nuestros conciudadanos", dijo.

No obstante, precisó que "el hecho cierto es que muchísimas personas viven en una situación de vulneración terrible de sus derechos humanos más elementales". "Y convivimos con ello como si las amenazas de muerte de ETA fuesen algo parecido a los riesgos de accidente que tenemos cuando viajamos en coche", indicó.

En este sentido, afirmó que, "fuerza de sus apoyos incondicionales, todos podemos estar potencialmente amenazados por ETA". "Las sociedades modernas se asientan, o deberían hacerlo, en la protección radical de los derechos humanos, que deben ser incuestionables y asumidos por todas las personas", concluyó.