SAN SEBASTIÁN, 1 May. (EUROPA PRESS) -
El diputado del PNV en el Congreso Emilio Olabarria condenó hoy "rotundamente" los atentados cometidos contra las instalaciones de Osalan en San Sebastián y de la Seguridad Social en Arrigorriaga (Vizcaya) y consideró que es "la hora de la política con mayúsculas" porque la "espiral de acción-reacción conduce hacia el abismo a los ciudadanos vascos".
En declaraciones a Europa Press, Olabarria consideró que lo ocurrido anoche "constituye de alguna manera la quintaesencia de las patologías de este país". En ese sentido, calificó de "incongruencia" que los tres artefactos explosivos se hayan colocado en centros vinculados al mundo del trabajo "con el valor simbólico de que sea la víspera del Día 1 de Mayo, y particularmente relevantes los realizados contra centros destinados a garantizar la seguridad de los trabajadores en el desarrollo de sus actividades".
A su juicio, es "la hora de la política con mayúsculas" porque "esta espiral de acción-reacción nos conduce hacia el abismo a todos los ciudadanos vascos". "Es la hora de que nos sentemos todos a hablar para acabar con una situación que resulta ya insoportable", añadió.
Asimismo, el diputado del PNV condenó también la detención de la alcaldesa de Mondragón, Ino Galparsoro, y señaló que "actuaciones judiciales arbitrarias, autos judiciales preñados de contradicciones e incoherencias no sólo no fortalecen la lucha antiterrorista sino que la debilitan y generan déficit importantes en el Estado de Derecho que sólo proporcionan aliento a los violentos".
Olabarria dijo no saber "hasta qué punto están interrelacionados" los atentados de esta madrugada con la detención de Galparsoro ya que, en su opinión, los artefactos que explotaron ayer "necesitan alguna preparación anterior logística y no sé si están más vinculados con la fecha que se celebra hoy".
No obstante, insistió en que "en todo caso, ni la conexión, ni las acciones jurisdiccionales desviadas legitiman para cometer actos terroristas". Por ello, reiteró que "esta situación caótica basada en acciones y reacciones absolutamente desviadas y ajenas a los requerimientos del Estado de Derecho no conducen a los ciudadanos a ningún sitio".
"Se impone la hora del consenso, de la política con mayúsculas, la hora de la interlocución entre todos y de acabar con una situación que ya resulta difícilmente soportable", concluyó.
