MADRID, 2 Oct. (EUROPA PRESS) -
El ex presidente del Gobierno José María Aznar defendió hoy el uso del término "islamofascismo" para designar la ideología de los terroristas que perpetraron los atentados del 11-S y que cada día llevan a cabo atentados en países como Irak o Afganistán, y consideró que este es el "reto más importante" al que se enfrenta la libertad y el progreso.
Aznar, que hizo estas afirmaciones en su discurso ante la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas en Lima, donde ha sido designado profesor honorario, consideró en su discurso que los "islamistas totalitarios saben que su arma más eficaz es el terror y su objetivo primero es amedrentar a los que se oponen a ellos". Se trata, dijo, de "una ideología totalitaria con ambiciones globales" algo "nuevo en los terrorismos que habíamos sufrido desde el final de la Segunda Guerra Mundial, pero no ajeno al nacionalsocialismo ni al comunismo".
Por ello, en opinión de Aznar "la expresión 'islamofascismo es correcta para designar a la ideología que mueve a los terroristas del 11-S o a los que han sembrado de sangre las calles de Estambul, Bagdad o Afganistán". "Su fin es destruir o que se rindan aquellos que quieren reconocer los derechos de las personas en todo el mundo, con independencia de las herencias culturales o de las tradiciones religiosas", añadió.
Se trata pues, en palabras del ex presidente del Gobierno, del "reto más importante al que hoy se enfrenta la civilización es vencer a los enemigos de la libertad" ya que, agregó, "de ello depende nuestra supervivencia y el progreso de todo el mundo". Para ello, señaló Aznar, " creo que es necesario ser firme en la defensa de nuestros valores de nuestra identidad".
En este sentido, consideró que "lo que ha pasado con las caricaturas de Mahoma y con el discurso de Su Santidad Benedicto XVI en Ratisbona es muy significativo". De ahí el que, según Aznar, "lo primero que tenemos que hacer es asumir que tenemos enemigos, que hay gente que está determinada a destruir nuestras libertades y que no reconoce límites para imponer su voluntad, incluyendo el uso más despiadado del terror". "Y para ello hay que reforzar nuestra identidad, la de los valores que nacen de la tradición occidental pero que son sin duda universales", subrayó.
"También hay que reconocer que hay aliados de los enemigos de la libertad", remachó y esto es evidente por el "resurgir de viejos fantasmas del pasado". "Si quienes defendemos las sociedades abiertas y libres retrocedemos los otros llenarán el vacío", previno. Por eso, consideró que la sociedad actual haría "bien en tomar en cuenta esas nuevas amenazas".
UTOPÍA COMUNISTA
En este sentido, hizo alusión al "resurgir de la utopía comunista" y señaló que "es más que inquietante que en esta región (Iberoamérica) se empeñen en construir el socialismo del siglo XXI cuando sabemos los crímenes y las desgracias que causó el del siglo XX". "Y eso ha ocurrido en este continente desde finales del siglo pasado", añadió.
"Los enemigos de la sociedad abierta han visto una oportunidad que podían aprovechar ante la ofensiva del islamofascismo y deberíamos pensar en qué significado tiene que una manifestación convocada por una organización terrorista como Hezbolá enarbole pancartas con las imágenes de su líder hermanado con un determinado dirigente latinoamericano", afirmó, en alusión al presidente venezolano, Hugo Chávez.
"Lo segundo que debemos hacer --dijo-- es tener determinación para derrotar a esos enemigos, utilizando las herramientas que tenemos a nuestro alcance, apoyando a los que defienden la libertad en países que la niegan a sus nacionales".
En este sentido, alabó a los iraquíes y afganos "que han desafiado las bombas de los fundamentalistas para ejercer sus derecho al voto y acudir a las urnas", a los "disidentes cubanos que son perseguidos en su país por los últimos coletazos de una tiranía tan sangrienta como caduca" y en "quienes se empeñan en defender los derechos y las libertades de todos en Venezuela".
En tercer lugar, prosiguió, "creo que es importante unir y coaligar a los que amamos la libertad frente a los distintos enemigos que se ciernen sobre ella". Por ello, afirmó, "es importante no sólo exportar libertad, también prosperidad".
"Las oportunidades llegarán si hay instituciones sólidas, que garanticen los derechos de propiedad y den oportunidades a la iniciativa y al espíritu emprendedor de la personas", dijo Aznar en su discurso. "Estoy convencido también de que ese es el camino correcto para crear mejores condiciones sociales en los países que ahora sufren grandes bolsas de pobreza", añadió.
