Aznar: "Una Europa que no crece económicamente, que no quiere tener hijos y no defiende sus valores, ¿dónde va?"

Actualizado: jueves, 18 enero 2007 19:00


MADRID, 18 Ene. (EUROPA PRESS) -

El ex presidente de Gobierno y presidente de FAES, José María Aznar, aseguró hoy que Europa está "en crisis" porque los dirigentes están "temerosos" de tomar decisiones, tienen "miedo" y existe "un descabellado afán" de poner en cuestión los principios que conforman la identidad del continente y, "en última instancia, de destruirlos". Además, se preguntó dónde va una Europa "que no crece económicamente, que no quiere tener hijos y no defiende sus valores".

Aznar se pronunció así en el discurso que pronunció durante su investidura 'honoris causa' por la Universidad de Milán, un acto en el que también fue investido Romano Prodi. Durante el mismo, criticó también el "relativismo moral" que ha llevado a Europa a "socavar" el concepto de los derechos individuales y universales, "para sustituirlo por supuestos nuevos derechos en función de determinadas circunstancias de las personas".

"Vemos una proliferación absurda de derechos de diseño que le lleva a uno a preguntarse dónde queda la universalidad de los derechos de la persona. En definitiva, si realmente seguimos creyendo en la unicidad y universalidad de la idea de persona --señaló--. Creo que ese relativismo moral es una de las causas de la profunda crisis demográfica de Europa. Parece que los europeos hemos decidido no tener hijos. Si no creemos en casi nada y la satisfacción inmediata y sin complicaciones es el tema central de nuestras vidas, ¿para qué tener hijos?".

Bajo su punto de vista, "muchos" parecen satisfechos con la perspectiva de un Europa "envejecida y minoritaria", sin voluntad de "pervivir". "Una Europa que no crece económicamente, que no quiere tener hijos y que no está dispuesta a defender sus valores, ¿dónde va?", planteó.

Asimismo, Aznar abogó por que los europeos defiendan la igualdad entre hombres y mujeres ya sea en "Milán, Londres o Nueva York pero también en Kabul, Bagdad o Teherá", así como la libertad de conciencia, un bien en el que se debe trabajar "para que nadie pueda ser condenado a muerte o a penas de cárcel por sus creencias religiosas, como por desgracia ocurre en países no lejanos". "Fuera de nuestras fronteras el gran reto es la extensión de la libertad y de la democracia", añadió.

AZNAR: "MATRIMONIO ES LA UNIÓN DE UN HOMBRE Y UNA MUJER"

Según Aznar, ese "relativismo moral radical" es el que lleva a "redefinir instituciones básicas" como son la de la familia o la del matrimonio. "La familia y el matrimonio son un elemento esencial y básico para la sociedad. Las naciones y las sociedades fuertes son las que se basan en instituciones sólidas y respetadas, entre ellas, sin duda, la familia. Y de acuerdo con nuestra tradición occidental, matrimonio es la unión de un hombre y una mujer", sentenció.

"Otras realidades, como las uniones entre personas del mismo sexo o las llamadas 'modalidades alternativas de familia', pueden ser muy respetables, pero no deben ser equiparadas ni al matrimonio ni a la familia. La familia es también una institución necesaria para la transmisión a las nuevas generaciones de los valores y principios que sustentan nuestra sociedad. Si debilitamos la familia, debilitaremos el nervio moral de nuestra sociedad y el mejor canal para la transmisión de los valores que han sustentado la civilización. Un camino que algunos, por un prurito progresista que no llego a comprender, parecen decididos a emprender irresponsablemente", dijo.

EUROPA ESTÁ "EN CRISIS" Y TIENE "MIEDO"

Aznar aprovechó la ocasión para ponerse del lado de aquellos que advierten que Europa está "en crisis" porque hay "desánimo y temor". "Mi diagnóstico es que Europa tiene miedo. Y ese miedo nace de una falta confianza en sí misma. Y creo también que nada de ello es casual --argumentó--. Se ha sembrado durante mucho tiempo la semilla de la desconfianza, del odio a uno mismo, en un descabellado afán de poner en cuestión los principios que conforman nuestra identidad y, en última instancia, de destruirlos. Esa falta de confianza en sí misma de Europa le impide tomar las decisiones, difíciles pero ineludibles, para afrontar los retos del futuro".

Según el ex presidente español, esa "abulia" que afecta a Europa lleva a "negar la realidad" y apuntó "que para recuperar la esperanza y la ilusión" hay que volver a tener "orgullo" por los valores y principios europeos que conforman la identidad. "Los que compartimos con otros en lo que llamamos Occidente y que tienen una validez universal. Los que nos distinguen de quienes los odian y por ello odian lo que somos y quieren destruirnos", avisó.

"Si decidimos que no queremos ser lo que somos, si caemos en la dictadura del relativismo moral, alimentaremos la desconfianza, el miedo al futuro y al cambio. Promoveremos el apaciguamiento con quienes quieren destruirnos, un error fatal que ya cometió Europa hace años --prosiguió--. Es sobre la base de nuestra identidad como hay que hacer frente a la amenaza de los enemigos de la libertad y los retos del futuro".

No obstante, subrayó que una parte de Europa, "o si se quiere de todo Occidente", parece "fascinada" con la "tentación de la autodestrucción". "Es la única razón que se me ocurre para explicar ese afán de algunos de achacar todos los males del mundo, desde los más brutales y execrables atentados terroristas a la persistencia de la pobreza en grandes zonas del mundo, a la arrogancia occidental", aseveró.

"Es un afán recurrente en muchas de las autoproclamadas elites intelectuales y académicas de Occidente. Parecen fascinadas por todo lo que sea antioccidental, aunque eso suponga ser condescendiente con terroristas o con dictadores execrables. Y es que el mayor peligro que acecha a Europa es la tentación del nihilismo --señaló--. La de creer que no hay auténticos valores que merezca la pena defender, como la vida, la igualdad o la libertad. Que cualquier otro sistema axiológico, sea el que sea, es intercambiable con el nuestro. Esta tentación del relativismo radical me parece estéril y peligrosa".

Los otros retos a los que, según Aznar, debe hacer frente Europa son el de poner "límites" basados en los "valores" a la expansión de la UE ("pienso que los límites no deben ser sólo geográficos. Hay que poner también límites a lo que Europa puede y debe hacer", matizó) e impulsar una economía "abierta".

"El cuarto reto al que Europa debe hacer frente es el de la inmigración", sostuvo, indicando que es "urgente" que se resuelva esta cuestión de forma que "cada nuevo inmigrante que llegue a Europa sea para compartir nuestros valores y principios, de raigambre judeocristiana, pero abiertos a todos". "Y la única forma de hacerlo es integrarse en las naciones que integran Europa, en la sociedad italiana, francesa o española, cada una con su historia y su rica pluralidad", precisó.

Por último, dijo que Europa no debe "renegar" del concepto de Occidente ni de su proyección atlántica. "Este año se cumplirán cincuenta años de la declaración de Roma. Es una ocasión para conmemorar un éxito histórico sin precedentes. Pero también es una ocasión para alimentar la esperanza de una Europa que necesita afrontar el futuro con optimismo (...). Es la oportunidad para lanzar una gran ofensiva a favor del rearme moral de Europa", concluyó.