Barrera llama a la abstención para que "salgan mal" las generales mientras Pujol pide el voto "con sentido de país"

Actualizado: martes, 4 diciembre 2007 23:21

Pujol alerta de que la manifestación del sábado puede quedar en nada, y Barrera pide la "confrontación" con España "como Ibarretxe"

BARCELONA, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -

El ex presidente del Parlament y dirigente histórico de ERC Heribert Barrera abogó hoy por "la abstención y el voto en blanco" en las elecciones generales como "un revulsivo" que haga reaccionar a los partidos catalanistas, convencido de que hoy "es necesaria una acción rápida" para evitar "la muerte de Catalunya" como nación.

Discrepó de esta postura el ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol (CiU), quien llamó a "ir a votar", advirtiendo de que "la manifestación del sábado" por el derecho a decidir de Catalunya "puede quedar en nada en función de los resultados" electorales.

Barrera, en cambio, afirmó: "Lo mejor sería que la abstención y los votos en blanco fueran la mayoría el 9 de marzo. Para un nacionalista de 90 años que se va de este mundo, me interesa mucho más que estas elecciones salgan mal y que los partidos catalanes reaccionen y en Catalunya haya fuerzas capaces de interpretar al país, para no estar sometidos como estamos cada vez más" al Estado.

El dirigente histórico de ERC dijo que no se responsabiliza de lo hecho por su partido en los últimos años, se mostró muy "pesimista" sobre el futuro de Catalunya --especialmente por los "cambios demográficos" provocados por la inmigración-- y consideró que "se impone una acción rápida" en que los partidos catalanes "se opongan firmemente a Madrid", con "unidad, decisión y coraje". "No hay nada que hacer ya con la pedagogía en Madrid; ese camino ha fracasado", advirtió.

Por ello, apostó por entrar en "confrontación" con el Estado y "aprender de la posición del lehendakari, Juan José Ibarretxe", con su propuesta de consulta popular de autodeterminación, una alusión que, como muchas otras del nonagenario dirigente, levantaron el espontáneo aplauso de la sala del Petit Palau de la Música, donde compartió un debate con Jordi Pujol sobre Catalunya.

"El nacionalismo ha de considerar que está moralmente en estado de guerra con el Estado español y no avenirse a prestar ningún tipo de ayuda a la gobernabilidad del Estado ni participar en el Gobierno central, porque eso nos debilita. ¿Qué puede pasar? ¿Que PP y PSOE se unan contra nosotros? Quizás eso sería lo que hace falta para que la reacción en la calle sea el doble" que en la manifestación del sábado por el derecho a decidir, añadió Barrera.

Pujol tomó la palabra para discrepar, señalando además que sus gobiernos en la Generalitat habían contribuido durante muchos años a la gobernabilidad del Estado, como también hicieron --señaló-- los gobiernos de ERC durante la República. Barrera le replicó: "No cuestiono el pasado. Digo lo que creo que debería hacerse ahora, en la situación actual".

PUJOL ADVIERTE SOBRE EL 9-M.

El ex presidente de la Generalitat advirtió, por su parte, de que "todo el efecto positivo de la manifestación" del sábado en Barcelona "podría quedar en nada dependiendo del resultado de las elecciones de marzo", porque si ese resultado "se contradice con la manifestación", se perdería "el estímulo" que supuso la marcha, y el acto quedaría en "un simple 'divertimento".

Pujol consideró que la propuesta de Barrera sería "peligrosa" y apostó, por el contrario, por "la acción modesta" desde el catalanismo de "ir a votar el 9 de marzo", abogando por que los catalanes acudan a las urnas "con la mentalidad del sábado pasado" en la manifestación "y con la clara afirmación del sentido de país". "Todo lo que sea fortalecer a Catalunya, aunque sea electoralmente, está bien", señaló.

Barrera le replicó con una pregunta: "El día 9 habrá un grave problema para mucha gente: ¿A quién se ha de votar?", interrogante que también recibió el aplauso del público, entre el que estaba el presidente de CiU, Artur Mas, además de varios dirigentes de la federación. Pujol le respondió que la "elegancia" no le permite dar siglas concretas, pero que "opciones hay".

"Pero lo que la gente no puede hacer es dejar de ir a votar" y hacerlo con mentalidad catalanista, porque "a Madrid le interesa el voto de los catalanes sin los catalanes", aseveró Pujol, provocando también un aplauso. Frente a Barrera, el ex presidente catalán defendió el "progreso que ha vivido" Catalunya en los últimos años y los logros de su gobierno en la negociación con el Estado.

"900 MUERTOS SOBRE LA MESA".

"Incluso ahora marcamos la agenda política española", dijo Pujol, a lo que Barrera replicó inmediatamente: "Más los vascos que nosotros". Tras los aplausos de la sala a Barrera, Pujol tomó de nuevo la palabra para señalar que, para eso, "el pueblo catalán ha de estar dispuesto a poner 900 muertos sobre la mesa".

El ex presidente catalán señaló que "incluso los movimientos nacionales por la independencia no se han producido así de entrada", sino que han ido alcanzando metas progresivamente, y confió en que, si los catalanes mantienen muy "viva esa voluntad de ser", su "pasión" por Catalunya y su "sentido de la dignidad del país", existen aún "muchos puntos positivos". "No sé a dónde llegaremos, pero como mínimo no nos moriremos y seremos algo que valga la pena", agregó, levantando esta vez también la ovación del público.

Jordi Pujol admitió que la situación actual de Catalunya "permite un discurso más potente que años atrás", y, aunque dijo ser "menos pesimista que Barrera", atribuyó la situación de "desapego y desafección" al hecho de que las nuevas realidades del siglo XXI han llegado "en un momento de tránsito" en Catalunya --con la salida de su gobierno y la entrada del tripartito-- que "no se ha hecho bien".

MARAGALL EN LA MANIFESTACIÓN.

Pujol aplaudió el gesto del ex presidente de la Generalitat y del PSC, Pasqual Maragall, de acudir a la manifestación del sábado, aunque explicó "sin criticárselo" que no quiso acompañar a Pujol y Barrera en la marcha, pero consideró que la actitud de Maragall tiene "muy poca influencia sobre el PSC".

Barrera fue de nuevo más allá y aseguró que "el PSC está al servicio del PSOE" y tiene por único objetivo que Catalunya "siga siento una comunidad autónoma más, como La Rioja, y que el catalán desaparezca". "La posición del PSC respecto a Catalunya es la de favorecer la eutanasia", afirmó en referencia a lo que definió después como la "muerte dulce de la nación catalana".