Destaca que Galicia "tiene que ser titular del derecho de nación" y dice que para poner 'nazón de Breogán' "es mejor usar nación cañí"
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
El ex portavoz y ex presidente nacional del BNG y nuevo miembro de la Executiva nacionalista tras la XII Asamblea Nacional, Xosé Manuel Beiras, subrayó que el Bloque "no salió roto" de este conclave pero advirtió de que existe una "herida muy gorda" en la organización tras la supresión del asamblearismo por el sistema de delegados comarcales.
En una entrevista a la Radio Galega recogida por Europa Press, Beiras subrayó que el BNG "no se fracturó, como algunos pensaban" tras esta asamblea, porque dentro de esta organización existe una "dialéctica multipolar" y no de "gobierno-oposición".
No obstante, recalcó que hay una "herida muy gorda en el cuerpo organizativo y no en el personal" por la aprobación del sistema de delegados, aprobado por el 60% de los militantes. A pesar de ello, puntualizó que este nuevo modelo "es reversible" porque la militancia nacionalista es "muy viva". "Hay que conocer al BNG, y el BNG no es su líder, no lo fue Beiras, porque hay una base muy activa", agregó.
De esta forma, indicó que ni los militantes ni los ciudadanos "se esperaban" la actuación que el BNG está desempeñando en la Xunta, así como la acción política del propio Gobierno gallego. "La herencia de Fraga es terrorífica y tienes que entrar en ella como un explorador con machete porque sino te atrapallas", dijo sobre la labor de Quintana.
Asimismo, subrayó que este cambio no se ha percibido en el actual Ejecutivo, principalmente, por parte del BNG "que es más reprobable porque tiene un proyecto político más definido" que el del PSdeG. No obstante, destacó que la supresión de las licencias de las minicentrales por parte de Medio Ambiente o el cambio de la política de montes y del medio rural del departamento de Alfredo Suárez Canal"son un ejemplo" en este sentido.
ESTATUTO
Beiras, reprobó a la actual dirección del BNG que ponga la acción institucional por delante de la acción política de la formación. En este sentido, criticó que en los últimos dos años no se hayan ejecutado las decisiones políticas aprobadas en la anterior asamblea, principalmente, los documentos relativos a la acción de gobierno y a la reforma del Estatuto.
Sobre esta cuestión, precisó que el BNG tiene que actuar como una fuerza política "emancipadora" y poner en marcha las líneas aprobadas hace dos años. "El Estatuto no se resuelve poniendo nación ni en el Preámbulo ni en el articulado sino que aparezca que Galicia es el titular de ese derecho", añadió.
Asimismo, consideró que si, finalmente, se decide utilizar el término 'nazón de Breogán', propuesto por los socialistas, "sería mejor poner 'nación cañí' porque sería un cachondeo".
Beiras confió en que la nueva Executiva, "que tiene un aspecto plural", puede "mejorar" la acción política del Bloque, especialmente, en el debate estatutario. "Si en vez de reñir en la Ejecutiva hacemos un órgano colegiado en el que se tenga en cuenta a todos, el BNG mejorará", agregó.
En este sentido, afirmó que "muchos militantes" se han "ilusionado" nuevamente con el proyecto nacionalista tras esta asamblea por la entrada en la Executiva de las corrientes críticas. "Algunos estaban dispuestos a romper el carné si no había un cambio de rumbo", aseguró al tiempo que recalcó que se trabajará "mejor" de cara a las municipales.
RELACIÓN CON QUINTANA
El ex portavoz nacionalista también lamentó que el actual líder, Anxo Quintana, tenga "miedo a las sombras", en alusión al propio Beiras tras su entrada en la Executiva, y consideró que fue la influencia "negativa" del secretario xeral de la UPG, Francisco Rodríguez, "quien lo llevó a este resultado" en la asamblea. Asimismo, indicó que su relación personal con Quintana "no es mala, ni buena". "Era esplendorosa aunque él mismo se encargó de deteriorla", recordó.
Sobre el futuro papel del Encontro Irmandiño -corriente que alcanzó nueve miembros en el Consello Nacional-, aclaró que no se creó para "asaltar el poder" ni para convertirse en un "lobby" ni en un "club de agraviados", sino para denunciar las "carencias" del proyecto nacionalista; "falta de ética y cosificación de las personas porque ya no eran útiles".
