Blanco dice respecto al indulto pedido por el alcalde de Vila-real que "cuando uno peca, debe cumplir con su penitencia"

Actualizado: sábado, 16 diciembre 2006 19:52

El dirigente socialista se pregunta por qué Fabra "pinta tanto en el Gobierno de Camps y ante Mariano Rajoy"

CASTELLON, 16 Dic. (EUROPA PRESS) -

El secretario de Organización y Coordinación del PSOE, José Blanco, aseguró hoy en Vila-real (Castellón) que el alcalde de dicha localidad, Manuel Vilanova, "que ahora tiene toda su esperanza en que el Gobierno socialista le redima de sus pecados, debe saber, como creyente que presume que es, que cuando uno peca, debe cumplir con su penitencia, y también debe saber esto el PP".

Blanco, que realizó estas declaraciones en un mitin de apoyo al candidato del PSPV a la alcaldía de Vila-real, José Benlloch, se refirió así a la petición de indulto solicitada por el alcalde de Vila-real tras la sentencia que dictó el TS en la que le condena a un año y medio de prisión y ocho años de inhabilitación para cargo público por un delito de prevaricación.

Según dijo, en Vila-real "los ciudadanos tienen un sentimiento de orgullo que se comparte con un sentimiento de vergüenza por quien les representa en el Ayuntamiento y por ver que su alcalde está dando un espectáculo tan lamentable y que, tras una sentencia firme, no renuncia y no cumple con ella".

"Esto --añadió Blanco-- es un ejemplo de la doble moral y la desvergüenza política del PP, y de cómo entiende el poder, ya que cree que le pertenece por derecho natural, sin acatar ni respetar las reglas del juego".

Al respecto, explicó que, en democracia, "los únicos todopoderosos son los ciudadanos que, con su voto, deciden a sus representantes y --puntualizó-- en esta provincia habrá muchos votos que apostarán por el cambio y por superar una situación que se ha convertido en una forma de gobernar que supone la vergüenza propia y ajena de cirios y troyanos".

Así mismo, el dirigente socialista aseguró no saber "qué tendrá el presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra para que los dirigentes del PP, en singular, Mariano Rajoy, no hayan tomado decisiones, porque no se explica que después de lo que ha llovido, siga al frente del PP y sea el soporte más importante del presidente de la Generalitat, Francisco Camps".

En este sentido, afirmó que no parará "hasta que no supere la curiosidad de saber por qué Fabra pinta tanto en el Gobierno de Camps y ante Mariano Rajoy, tanto que le lleva a que éste último no cumpla con la palabra, aunque --añadió-- es verdad que la palabra de Rajoy vale bien poco".

Refiriéndose al caso de Andratx, en Baleares, Blanco recordó que Rajoy dijo que "nadie seguirá en el PP si hay una sombra de duda sobre su comportamiento", pues --dijo-- "aquí sombras de dudas sobre el comportamiento de los dirigentes del PP hay muchas, y es verdad que si tuviese que eliminar del partido a todos los dirigentes sobre los que hay dudas y sospechas, se quedaría sin dirigentes en esta tierra".

"SOMBRAS DE DUDAS"

"Pero además de sombras de dudas --indicó-- en el Ayuntamiento de Vila-real hay un alcalde condenado con sentencia firme y, como siempre hace el PP cuando hay algo que no les gusta, descalifican a jueces, tribunales o a quien sea, y esto sólo lo pueden hacer aquellos que, en el fondo, no creen en la democracia", y agregó que el Gobierno de Camps "es cómplice de lo que hacen Fabra y Vilanova".

Según dijo, en democracia, "el poder es de los ciudadanos, por eso estoy tan seguro de que aquí estamos asistiendo a la antesala de un cambio, y ya le he dicho a Joan Ignasi Pla que vaya pensando el candidato para la Diputación de Castellón, porque vamos a gobernarla, porque son los ciudadanos son los que emiten el juicio cuando toca, y las encuestas que yo manejo van bien".

Blanco aseguró que, con la trayectoria del PP, "estoy seguro que cuando vean los resultados de las próximas elecciones en la Comunitat Valenciana, Castellón o Vila-real, nos dirán que han ganado", aunque --subrayó-- "es verdad que desde que Rajoy está al frente del PP no ve nada, igual que no veía nada cuando era ministro y nadie le recuerda por nada positivo". "No ve la deriva radical del PP que le llevará a una derrota contundente en mayo", puntualizó.

El socialista criticó el "patriotismo de hojalata y de golpe de pecho" del PP "que sólo les lleva a hacer el ridículo, a intentar generar alarma social y a utilizar el terrorismo como arma arrojadiza contra el Gobierno de España, aunque para ello tengan que falsificar y simular víctimas en cabeceras de manifestación en sillas de ruedas, porque no les importa nada y todo lo utilizan con el fin de desgastar al Gobierno".

Finalmente Blanco retó al PP a que "haga con la televisión pública lo que hicimos a nivel del Estado, ponerla al servicio de los ciudadanos y elegir al director con el consenso de las fuerzas políticas, lo que sería una demostración de que no la utilizan como elemento sectario".

Por su parte, el candidato del PSPV a la Generalitat Valenciana, Joan Ignasi Pla, aseguró que Camps y el PP "piensan que lo único que les puede salvar es la televisión, y están equivocados, pues ni con las campañas tan impresentables que están llevando a cabo conseguirán frenar el cambio en la Comunitat Valenciana y en Vila-real".

Según dijo, Camps "tiene miedo a soltar las riendas de RTVV y a defender la gestión más indecente e irresponsable que ha habido en la historia de la Comunitat Valenciana", y agregó que, a diferencia de España, "tenemos un Gobierno que no afronta el futuro porque no sabe, y un presidente que no ha pensado nunca en distribuir el éxito de todos".

Así mismo, mostró su apoyo al candidato de PSPV en Vila-real "porque hay que lavar la imagen que, desgraciadamente, el PP y Vilanova han dado" y, en este sentido, se comprometió a aprobar un área metropolitana Vila-real-Castellón "que defina prioridades" si el PSPV gana las elecciones.

Por su parte, José Rubert explicó que el único cambio que se ha producido en Vila-real es que "los jueces han dicho que Vilanova no ha sido un buen alcalde, que su actitud ha sido continuada y que tiene que dejar su cargo y estar inhabilitado durante ocho años para no poner en peligro los intereses y los derechos de los ciudadanos".