Blasco afirma que el intercambio entre las diferentes culturas es una "herramienta de integración"

Actualizado: domingo, 23 diciembre 2007 15:06

VALENCIA, 23 Dic. (EUROPA PRESS) -

El conseller de Inmigración y Ciudadanía, Rafael Blasco, destacó hoy el "peso" que tienen las religiones en las diferentes sociedades, e incidió en la "necesidad" de que se produzca un intercambio entre las culturas como "herramienta de integración".

Blasco, en un comunicado, señaló que la Comunitat Valenciana se ha caracterizado a lo largo de su historia por ser "lugar de encuentro de culturas y religiones", y afirmó que los flujos migratorios de los años 80 y 90 trajeron otras religiones a esta autonomía.

El titular de Inmigración indicó que el principal mecanismo para la integración es "el conocimiento de las costumbres ajenas, hacer de la convivencia la norma y del desconocimiento la excepción". En este sentido, destacó que su departamento trabaja para "potenciar la integración", así como para lograr una sociedad "plural".

Respecto a las religiones, manifestó que la mayoría cuenta con celebraciones anuales que tienen lugar alrededor de estas fechas. En esta línea, se refirió al Jánuca o Fiesta de las Luces, una festividad judía que se celebra entre el 25 de diciembre y el 2 de enero, con motivo de la derrota, hace casi 22 siglos, del ejército griego y la recuperación de la independencia judía.

La victoria se conoce como el milagro de Jánuca porque unos pocos judíos consiguieron ganar a todo un ejército. Al regresar, los judíos encontraron las sinagogas destruidas y sólo pudieron rescatar una menorá --candelabro de siete brazos-- que consiguieron mantener encendido durante siete días con aceite para uno.

En esta festividad se reza durante los ocho días y, a la caída del sol, se enciende de izquierda a derecha una vela del candelabro de siete brazos que deberá permanecer encendida al menos media hora. Los días de Jánuca son días alegres y festivos en los que está prohibido ayunar, siendo costumbre comer croquetas de patata y buñuelos.

Por otro lado, Blasco manifestó que la comunidad islámica en la Comunitat Valenciana esta compuesta por un total de 113.595 musulmanes, que suponen el 10,5 por ciento del total de los que residen en España. Al respecto, precisó que la historia del Islam en Valencia se remonta a los años 60 y a los núcleos universitarios árabes.

Asimismo, citó la Fiesta del Aid al Adha o Fiesta del Cordero donde se conmemora la ocasión en la que el profeta Abraham, a punto de sacrificar a su hijo por su Señor, recibió la orden de canjearlo por un cordero. Se trata de una semana para las reconciliaciones, para perdonarse y solucionar los conflictos con los amigos. La comunidad islámica celebra esta fiesta, cada año y dura dos o tres días enteros, coincidiendo con la época del peregrinaje musulmán a La Meca.

Al respecto, Moussa, un estudiante senegalés musulmán, que lleva más de un año en Valencia estudiando un máster de cooperación internacional, comentó que pasar estas fechas "tan significativas" fuera de casa es "duro", pero consideró que dejar el entorno familiar es "necesario para crecer".

Por otra parte, el conseller explicó que la Iglesia Ortodoxa es la de más reciente implantación en la Comunitat Valenciana, ya que se creó a mediados de los 90 con la inmigración ucraniana y rusa, y en 2000 con la inmigración rumana y búlgara. Blasco indicó que los ortodoxos están "muy divididos", y puntualizó que mientras los ortodoxos rumanos celebran la navidad el día 25 de diciembre otras iglesias ortodoxas lo hacen el 7 de enero.

A diferencia de los católicos, los ortodoxos ponen el "énfasis" de esta festividad en la virginidad de la virgen Maria, y consideran que se trata de una fiesta de la eterna maternidad, la Madre y el Santo Hijo. La diferencia en las fechas se debe a que la Iglesia ortodoxa se guía por el antiguo calendario juliano.

Rafael Blasco comentó que existe la creencia de que la víspera de Navidad es un día en el que los espíritus malos corren de un lado a otro ante la próxima llegada de San Salvador a este mundo. Se trata de una noche en la que se suelen hacer adivinanzas y ritos mágicos, y la costumbre marca que los creyentes en esta jornada acudan a la iglesia, y hasta que la primera estrella aparezca en el cielo sólo pueden comer 'sochivo', trigo cocido con miel y nueces.

(EUROPA PRESS COMUNITAT VALENCIANA)