9-M.- Bono dice que él, como el resto de cristianos socialistas, no puede evitar estar triste tras la nota de la CEE

Actualizado: miércoles, 6 febrero 2008 22:16

ZARAGOZA, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -

El ex ministro de Defensa y cabeza de lista del Partido Socialista (PSOE) al Congreso por Toledo en las próximas elecciones generales del 9 de marzo, José Bono, aseguró hoy que él, como el resto de cristianos que son socialistas, no puede evitar "estar triste" tras la nota de la Conferencia Episcopal Española (CEE) con motivo de los próximos comicios.

"Algunos cristianos que somos socialistas no podemos evitar estar tristes de que veinte obispos se hayan despachado de esa manera exactamente en el punto del terrorismo", dijo Bono en declaraciones a los medios en Zaragoza.

En su opinión, "a estas alturas de la vida no se puede ir como si estuviéramos en la época de la Inquisición, condenando y dando baculazos a la gente" ya que "el báculo está para apoyarse" y, en esta línea, precisó que a él le gusta "el talante del obispo de Bilbao y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez, diciendo que convendría más compresión".

Además, dijo, "puede parecer que ignoran que el señor Aznar también negoció", momento en el que "no dijeron nada, y ni más ni menos se valió de un obispo, el de San Sebastián, que hizo de intermediario en sus negociaciones, por no hablar del obispo Setién, a quien Dios haya perdonado por su ambigüedad".

Bono argumentó que en esta cuestión hay que "poner las cosas en su justo término" puesto que "veinte obispos, que son los que han hecho esta declaración tan polémica", merecen respeto "pero merecen respeto como veinte abogados, como veinte periodistas o como veinte diputados". "Y no lo digo en tono irónico", aclaró.

A este respecto, precisó que "la democracia está para que cada cual diga lo que piense, aunque nos moleste lo que se diga, y si veinte obispos dijeran que son partidarios de votar a un determinado partido, concretamente al Partido Popular, están en su derecho".

"Veinte obispos --precisó--, por importantes que sean, no son la Iglesia universal, y, para mí, y con todo respeto a ellos, pesan más que veinte obispos la cantidad tan enorme de sacerdotes, religiosas y laicos que compromete su vida con los más pobres, que están con los que no quiere nadie, en los lugares más alejados y pobres del planeta".

Además, esos obispos "tienen que aceptar, como ha dicho el cardenal Amigo --cardenal de Sevilla, Carlos Amigo-- que la Iglesia tiene derecho a hablar y tiene que tener también la capacidad de que luego le critiquen; así es la vida".