MADRID, 21 Jun. (EUROPA PRESS) El ministro de Asuntos Exteriorres, UE y Cooperación en funciones, Josep Borrell, ha evitado este viernes dar pistas sobre si su nombre está sobre la mesa para ocupar un cargo de relevancia en las instituciones europeas y ha optado por bromear cuando se le ha preguntado si está disponible para ocupar un puesto de los llamados 'Top Five', en palabras del moderador del acto. "Si es (un puesto) muy top...", ha dicho Borrell. Esos cinco puestos son la presidencia de la Comisión Europea, la del Consejo Europeo, la de la Eurocámara, el Alto Representante de Política Exterior y el presidente del Banco Central Europeo. Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE no lograron, la pasada madrugada, alcanzar un acuerdo sobre el puesto clave, la presidencia de la Comisión, y se emplazaron a una nueva cumbre el día 30, dos días antes de que se reúna el Parlamento Europeo para elegir a su presidente. Borrell ha dejado claro que no le ha sorprendido esa falta de acuerdo, sino más bien al contrario, y que es "casi un ritual" que los europeos agoten los plazos hasta el último minuto, en este caso, la elección del presidente de la Eurocámara. Además, ha dejado claro que a él le parece más grave que los 28 no hayan sido capaz de pactar un horizonte para la descarbonización. En todo caso, aunque ha dejado claro que todos los países quieren tener a sus nacionales en puestos de máxima responsabilidad, ha asegurado que para el Gobierno español "no es tan importante el pasaporte como el proyecto" y que las personas que sean elegidas tengan una visión de Europa en sintonía con la del Gobierno español. El ministro en funciones ha presentado este viernes el primero de los 'Cuadernos de Santa Cruz', un proyecto bautizado en honor al palacio que alberga la sede histórica del Ministerio de Exteriores y que espera sea una colección de monografías que pongan a disposición del público los análisis que hace el Departamento, en un esfuerzo, también, por acercarlo a la sociedad. El primer número es un compendio de discursos y comparecencias parlamentarias suyas. Aunque no quería hacer un balance, ha reconocido que el documento es, en cierto modo, una rendición de cuentas de su año al frente del Ministerio de Exteriores. Su previsión es cesar el viernes 28 para tomar posesión de su acta de eurodiputado el 2 de julio en Estrasburgo. El hoy ministro en funciones no ha dado pistas de qué hará si, finalmente, no obtuviese un cargo en las instituciones europeas. Asumiendo que en los nombramientos habrá que respetar equilibrios geográficos, políticos y de género, ha hecho hincapié en que España "tiene que estar más presente" para proponer y actuar, más de lo que lo ha estado en el pasado inmediato, porque España, como país de talla media en un mundo cambiante, está "especialmente interesada en que el invento europeo progrese y prospere". Además, ha asegurado que España no pretende sumarse a la pareja francoalmena a modo de "menage à trois" porque no se trata de "ver quiénes son los más importantes de la tribu" sino de contribuir a extender de forma transversal entre todos los países el impulso de integración. Eso, hasta ahora, cree que la pareja francoalemana no lo está consiguiendo y no tiene "capacidad de arrastre", de manera que la 'pareja' "nunca ha sido más necesaria ni menos suficiente". También ha reconocido que la actual debilidad política de Merkel incide, porque se está produciendo una situación en la que el presidente francés, Emmanuel Macron, hace discursos y "espera una respuesta alemana" pero ésta no llega porque "Alemania está ensismismada en sus problemas internos". Tras 10 años en los que Europa ha estado "improvisando", se ha mostrado convencido de que Europa es la única forma de hacer frente a los retos del futuro: terrorismo, gestión de la inmigración y cambio climático. En un mundo cambiante de y "paz fría" --por oposición a la postguerra fría-- se ha mostrado convencido de que España tiene un papel importante que desempeñar. LA PRÓXIMA COMISIÓN NO PUEDE SER TECNÓCRATA Borrell ha advertido de que es "inviable" mantener el euro si no se construye alrededor una arquitectura que complete la unión monetaria y también ha avisado de que el futuro de Europa pasa por una mayor politización, y que la gente vea que en el ámbito europeo se ofrecen soluciones que son distintas opciones políticas y no solamente "burocráticas". Es más, ha avisado de que si la constitución de la próxima Comisión Europea se percibe como "tecnocrática" muchos ciudadanos la rechazarán". Sobre el Brexit, ha dejado claro que si se pide una nueva prórroga habrá que tener claro para qué y ha apuntado que donde puede haber modificaciones es en la declaración política sobre la relación futura, porque no hay que olvidar, ha dicho, que la negociación sobre la relación futura no ha empezado aún. De hecho, se ha preguntado si fue "un error" separar las dos negociaciones. También ha reconocido que a la UE no le gustan las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, "jaleando a Reino Unido para que se vayan porque le ofrecerán maravillosos acuerdos comerciales". Por otro lado, ha señalado que no es partidario de poner límites europeos a la inversión china y que no cree que la UE deba pagar a Marruecos la misma cantidad que a Turquía -6.000 millones de euros-- por controlar la frontera sur, porque en Marruecos no hay "un millón y medio de refugiados que requieren cama, comida, escuela y hospital". En cuanto a la ampliación de la UE, ha señalado que España sigue apoyando la entrada de los países de los Balcanes Occidentales, aunque "al ritmo que requiera su adaptación a la UE". También ha dado por hecho que no volverá a haber "un big bang" de entradas de nuevos socios y, en todo caso, que eso requerirá reformar "métodos e instituciones" porque "no es funciona igual a seis que a 36" y, de hecho, los "esquemas" originales ya funcionan mal y "no resistirían una ampliación muy grande". VENEZUELA Por último, se ha referido a la situación en Venezuela para mostrarse confiado en que "a la larga se verán los beneficios de un enfoque que ha permitido mantener la interlocución" con Gobierno y oposición y ha dicho esperar mucho de la labor de Enrique Iglesias como asesor de la alta representante de la UE, Federica Mogherini. España, ha dicho, mantiene contactos regulares "más de lo que parece" con ambas partes y él mismo habla con el ministro de Exteriores venezolano, Jorge Arreaza o se escribe por Whatsapp, según ha dicho. El ministro en funciones ha reconocido que en Venezuela han ido "innovando", con la coexistencia de dos embajadores --el oficial y el del autoproclamado presidente Juan Guaidó-- pero ha incidido que si el asunto es "delicado" desde el punto de vista del Derecho Internacional es más "delicada" aún la situación sobre el terreno.