Se busca en una ciudad concreta a la única de las cinco menores no localizada que se escapó en Córdoba

Actualizado: miércoles, 9 julio 2008 16:30

CÓRDOBA, 9 Jul. (EUROPA PRESS) -

La consejera para la Igualdad y Bienestar Social, Micaela Navarro, dijo hoy que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado "saben cuál es el entorno en que se mueve y en qué ciudad está" la única de las cinco menores aún no devuelta al Centro para Menores con Trastorno de Conducta Prado de Santa María, en Hornachuelos (Córdoba), del que se fugaron.

En rueda de prensa, Navarro aseguró que, "si ya estuviera localizada" esta quinta menor, "ya estaría de vuelta en el centro" del que huyó, el pasado 29 de junio, junto con las otras cuatro menores localizadas esta semana, tres en Granada y una en Jaén, y ya reingresadas en el mencionado centro de menores, y ello después de que, según subrayó la consejera, "dos de ellas, voluntariamente, pidieron comparecer ante la Guardia Civil para retirar la denuncia" que las cinco presentaron al día siguiente de su fuga en el cuartel de la Benemérita en Palma del Río (Córdoba) por supuestos malos por parte de los educadores.

Navarro no quiso avanzar ningún detalle sobre la investigación abierta, en relación con los hechos denunciados por las menores y también por las circunstancias en que su produjo su huida, después de presentar en el citado cuartel de la Guardia Civil, en compañía de un adulto, la denuncia que ya han retirado dos de ellas, insistiendo Navarro en que no se debe "poner en tela de juicio la intervención de nadie, ni dudar de su profesionalidad", en relación con la actuación de la Guardia Civil, que en días pasados calificó como "correcta".

Después de recordar que el caso se investiga en el ámbito judicial, Navarro pidió prudencia y recordó que la prioridad de la Junta de Andalucía ahora es que las menores fugadas, de entre 14 y 15 años, que están ya reingresadas en el centro de Hornachuelos, "estén atendidas con garantías, de la misma manera que también deben tener garantías quienes se encargan de su cuidado", en relación a los educadores que las niñas denunciaron.

Con anterioridad, la consejera ya dijo sobre este caso que es "normal" que se produzcan fugas de centros "de Protección de Menores, que son de régimen abierto", como el de Hornachuelos, concertado con la Junta de Andalucía y que gestiona la Fundación Arco Iris, y la consecuencia en todos esos casos, como ha ocurrido ahora, es "la apertura de una investigación", tras denunciarse "inmediatamente la desaparición" por el director del centro, la noche del domingo 30 de junio, en el citado puesto de la Guardia Civil de Palma del Río, donde al día siguiente acudieron las menores para denunciar a varios educadores.

El hecho de que la Guardia Civil no las retuviera en el cuartel de Palma, dándose además la circunstancia de que el director del centro, al que las menores se negaron a volver, estaba presente el puesto de la Benemérita cuando las menores presentaron la referida denuncia, son cuestiones objeto de la investigación abierta.

Por otro lado, al margen de la localización de la única menor todavía en paradero desconocido y de la investigación de los hechos por la Fiscalía de Menores y el juzgado correspondiente, la Dirección General de Infancia y Familias de la Consejería para la Igualdad ha iniciado diligencias informativas en el propio Centro para Menores con Trastorno de Conducta Prado de Santa María de Hornachuelos, a fin de establecer las "versiones dispares" sobre los presuntos malos tratos denunciados por las cinco menores fugadas.

VERSIÓN DEL CENTRO.

Por su parte, el director de la Fundación Arco Iris, Alfonso Fernández Zamorano, ya negó, después de que conociera la fuga de las niñas, que se haya producido un caso de malos tratos con estas menores y señaló que "ellas han querido marcharse del centro y han presentado la denuncia para buscar una excusa". Fernández Zamorano precisó que no se trata de una fuga sino de un abandono voluntario porque este centro acoge a menores tuteladas no a infractoras.

El responsable de la Fundación Arco Iris comentó que "la Guardia Civil riñó a las niñas porque estaban riendo mientras ponían la denuncia". Así, según esta fuente, "una chica llevaba un ojo morado y dijo que se lo había hecho un educador, pero luego se reía y decía que había sido en la piscina, que le dio sin querer".