9-M.- La caída de porcentaje de ERC dificulta la opción de un préstamo de diputados para crear grupo en el Congreso

Actualizado: martes, 11 marzo 2008 20:37

MADRID, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -

El descenso del porcentaje de apoyo de Esquerra Republicana (ERC) en las últimas elecciones generales hace muy difícil la posibilidad de que ERC consiguiera grupo propio en el Congreso mediante el préstamo temporal de diputados de otro grupo, como pudiera ser del PSOE, informaron a Europa Press en fuentes parlamentarias.

El Reglamento del Congreso contempla varias vías para poder crear un grupo parlamentario. En primer lugar, podrán constituirse en grupos los partidos que obtengan más de 15 de escaños. También podrán hacerlo los que logren al menos, cinco diputados y un 5 por ciento de los votos a nivel nacional o bien el mismo número de escaños y un 15 por ciento en aquellas circunscripciones en las que presenta candidatura.

Tras las elecciones del domingo, únicamente cuatro formaciones --PSOE, PP, CiU y PNV-- han logrado los diputados necesarios para tener grupo parlamentario propio en el Congreso en la IX Legislatura.

Esquerra Republicana, que se quedó con tres escaños, podría superar ese umbral mínimo de cinco diputados si otro grupo le prestara dos, como hicieron los socialistas con Coalición Canaria en la anterior legislatura y antes había hecho el PP a través de UPN.

NO VALE EL PRECEDENTE DE CC.

Sin embargo, a diferencia de CC en la anterior etapa, ERC ya no cumple hoy el segundo requisito del 15 por ciento de los votos, ya que no alcanza ese porcentajes en ninguna de las circunscripciones catalanas y menos aún en la Comunidad Valenciana, donde no llega al 1 por ciento.

Hace cuatro años ERC logró grupo parlamentario porque, además de lograr ocho escaños, superó la barrera del 15 por ciento en Cataluña, y aún así el PP recurrió al Tribunal Constitucional alegando que no se habían contado los porcentajes de Comunidad Valenciana y Baleares. Ese recurso está pendiente de sentencia.

En el año 2000, cuando el Bloque Nacionalista Galego (BNG) tenía tres escaños y superaba el listón del 15 por ciento provincial, intentó formar grupo propio con diputados prestados por el PNV y CiU, pero el PP lo vetó alegando que era "fraude de ley".

En ese contexto y con esos precedentes, todo apunta a que ERC tendrá que quedarse en el Grupo Mixto esta nueva legislatura, lo mismo que IU-ICV, el BNG y Coalición Canaria, que con dos escaños cada uno no tienen siquiera la opción del préstamo temporal de diputados para constituir grupo propio. Todos ellos tendrán que repartirse tiempos de intervención, medios y subvenciones con Nafarroa Bai y la Unión, Progreso y Democracia (UPyD) de Rosa Díez.

VENTAJAS POLÍTICAS Y ECONÓMICAS.

Y es que tener grupo propio supone grandes ventajas políticas, económicas y de medios. Así, la formación que cuenta con grupo tiene garantizado al menos un representante en todas las comisiones parlamentarias, y en la Diputación Permanente, así como voz propia en la Junta de Portavoces y capacidad para intervenir en todos los debates en igualdad de condiciones, mientras que dentro del Grupo Mixto hay que repartirse tiempos de intervención y asientos en las comisiones.

En las sesiones de control, tener grupo propio posibilita entrar en los cupos de preguntas e interpelaciones al Gobierno, así como ventajas a la hora de incluir sus proposiciones no de ley en los plenos, pero en el Grupo Mixto todo ese 'pedazo de tarta' debe distribuirse a partes iguales.

En el plano económico, por ejemplo, durante la anterior legislatura las fuerzas políticas que se constituyeron en grupo recibieron una subvención fija de 12.000 euros mensuales y otra variable, en función del número de diputados componían el grupo, que ascendía a unos 1.200 euros mensuales por escaño. Obviamente, tener grupo propio permite a una formación política disponer de esas subvenciones íntegramente, mientras que, estando en el Grupo Mixto, se han de repartir las cuantías con el resto de componentes.

La constitución de los grupos parlamentarios debe ser aprobada por la Mesa del Congreso y ha de llevarse a cabo en los cinco días siguientes a la constitución de las Cortes Generales, que tendrá lugar el próximo 1 de abril.