SANTA CRUZ DE TENERIFE, 2 Ago. (EP/IP) -
El ingeniero de Montes y Director de Extinción de Incendios del Cabildo de Tenerife, Humberto Gutiérrez, aseguró esta mañana que "el incendio que asoló el noroeste y suroeste de la isla durante estos cuatro días no se ha visto afectado por falta de medios, sino todo lo contrario".
Para el experto, "el operativo del Cabildo es lo mejor del país y los medios que ayudaron, como Bomberos o Protección Civil, actuaron de forma excepcional". Duplicar el número de efectivos, en su opinión, "sólo pondría en peligro a los propios trabajadores porque el efecto sería el mismo, aunque sí que se incrementaría el peligro personal al tener demasiada gente trabajando a la vez".
Asimismo, Gutiérrez afirmó que el descontrol de las llamas fue debido, únicamente, a que sufrimos de "un fuego explosivo", reconoció el técnico. Ante la devastación causada, Gutiérrez añadió que las causas de este importante incendio no están centradas, tampoco, en las temperaturas extremas, "pues tenemos estas condiciones unas dos semanas cada año, en las que cada verano se repite la calima, las altas temperaturas y la baja humedad relativa sin producirse incendios de estas características". Para él, el motivo de que este desastre alcanzara tal gravedad radica en que "fue un incendio mejor planeado que los anteriores 80 conatos, supuestamente provocados por las mismas personas".
Los métodos de extinción empleados durante la lucha contra el fuego se centraron, especialmente, en la quema, previa a las llamas, del material fácilmente combustible, o de los cortafuegos, que aseguran un sitio seguro donde el personal pueda combatir el fuego, "pero su función no es cortar su paso, tal y como habitualmente se cree".
"No recomiendo hacer, tampoco, más cortafuegos pues los que existen en Tenerife son suficientes. Aumentar su número sólo incrementaría la erosión y el impacto paisajístico", opina Gutiérrez. Además, añade que "el fuego quien realmente lo apaga es la gente con su lucha al pie, mientras que otro tipo de herramientas sólo sirven de apoyo", subrayó.
ÉXITOS Y FRACASOS DEL OPERATIVO
Actualmente, sólo quedan activos pequeños frentes en Santiago del Teide y La Fortaleza (Los Realejos), y la mayor parte de las 15.000 hectáreas de perímetro afectado, más concretamente un noventa por ciento de ellas, fue alcanzada por las llamas en las primeras siete horas del desastre. Para Gutiérrez, el mayor éxito en la lucha contra este incendio consistió en "conseguir parar el frente que se acercaba peligrosamente al valle de La Orotava y, si no lo llegamos a parar aquí, se hubiera quemado la totalidad de la masa forestal de la Isla con total seguridad, en vez del 25 por ciento aproximado".
Por otro lado, Gutiérrez señala como el gran fracaso de la lucha contra el fuego el momento que se vivió cuando las llamas llegaron a los cascos habitados, rurales y urbanos. De hecho, aseguró haber vivido, esta semana, algunos de los momentos más duros en sus trece años dedicados a la prevención y extinción de incendios.
"Sobre todo cuando teníamos que desalojar a la gente de sus hogares. Más por ellos que por mí, porque es la primera vez que me he sentido impotente, porque el miedo, mientras estás metido en el tajo, ni lo sientes ni lo piensas, aunque debo reconocer que hemos vivido varias situaciones de riesgo tras el vuelco de dos camiones de bomberos o cuando el fuego pasó de las copas al suelo", expuso.
Aunque se le ha hecho un daño incalculable al medio ambiente, este técnico asegura que "tenemos suerte porque el monte verde rebrota y que, aunque con las primeras lluvias de octubre y noviembre perderemos mucho del suelo de la zona quemada, lo primero que se va a poner en marcha serán las obras hidrológicas necesarias para contener ese suelo para ser repoblado".
