Carrillo afirma que la solución del terrorismo es diálogar "digan lo que digan los señores que manipulan a las víctimas"

Actualizado: viernes, 24 febrero 2006 21:23

BARCELONA, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -

El ex líder del PCE Santiago Carrillo advirtió hoy de que "la solución del problema sigue siendo la que defendía Ernest Lluch", que "digan lo que digan los señores que manipulan a las víctimas, es el diálogo, la negociación", porque, aunque "se llora a las víctimas que han caído", pero "el problema de hoy no es diente por diente, ojo por ojo", sino "impedir que haya más muertos, más familias destrozadas, conseguir que en Euskadi y en el resto de España haya paz", y "en nombre de ningún dolor personal, de ninguna víctima, nadie puede oponerse responsablemente a dialogar".

Casi 500 personas asistieron hoy en Sala Ernest Lluch de la sede central del PSC a un homenaje del ex ministro socialista asesinado por ETA el 11 de noviembre de 2001. Entre los asistentes había el ex ministro Jordi Solé Tura, los consellers Montserrat Tura, Marina Geli, Antoni Castells y Josep Maria Rañé; el eurodiputado Raimon Obiols; el síndico de Cuentas de Catalunya, Joan Colom; la vicepresidenta del Congreso Dolors Chacón. La mujer, hijos y otros familiares de Lluch se sentaron entre el público.

Para Carrillo, "hoy las cosas han cambiado: hace mil días que no hay víctimas", y constató señales para ello, como que "se empieza a romper la fractura en dos frentes que había llegado a crearse en Euskadi", y "hay condiciones", de manera que el presidente del Gobierno "ha hecho muy bien en afrontar la perspectiva de una negociación". Pese a ello, lamentó que "en España hay un partido que parece que necesita del terrorismo para recuperar la mayoría electoral".

El ex dirigente comunista advirtió al PP de que "si alguna vez hace falta el perdón, la caridad, es en este momento" en vez de "continuar la guerra contra el terrorismo hasta que no quede un terrorista", porque así "siempre habrá alguien dispuesto a ser el terrorista vivo".

CARRILLO VE UNA NACIÓN CATALANA.

Carrillo dijo que Lluch hacía ver "con simpatía" Cataluña y aseguró que "hay mucha gente más allá del Ebro que sabe que Cataluña es una nación" y que España es "plurinacional", y "hay muchos más españoles de los que parece que respetan a esta nación" y que quieren a Cataluña dentro de España aunque "creen que los catalanes no pueden ser unos españoles de tercera". "Muchos españoles que os miran con toda simpatía no son propietarios de los medios de comunicación", destacó, y dijo que "el Estado español sin Cataluña estaría cojo, manco, débil".

Además, criticó que "se prefiera el capital alemán al catalán al desarrollar una empresa española" --en alusión a la contraopa de la germana E.ON a la opa de la catalana Gas Natural sobre Endesa--, por lo que comprendió también la reacción de los independentistas.

Carrillo mostró su "alegría de estar en Barcelona con los amigos catalanes, sentado al lado del presidente de la Generalitat, del Gobierno tripartito, que todos los hombres de izquierda de España consideran con simpatía y que, en la medida en que pueden, apoyan". "Y ha sido un placer volar de Madrid a Barcelona sin encontrar ninguna barrera", dijo, porque "viendo a los señores del PP creía que Maragall había levantado una barrera, y resulta que no hay barrera", sino que "en Barcelona uno no tiene el sentimiento de haber salido de España".

Santiago Carrillo aprovechó para avisar a la izquierda de España de que "el nacionalismo catalán, vasco y gallego ha sido tradicionalmente aliado de la izquierda española contra los regímenes dictatoriales en este país". "No resisto a un nacionalista español, pero puedo dialogar con un nacionalista catalán, porque los nacionalistas españoles son esa vieja derecha" que "ha mantenido elementos ideológicos y económicos del antiguo régimen" y "ha frenado el desarrollo democrático español durante toda la vida".

La sala en que se realizó el acto fue la misma que acogió un acto parecido 24 horas después del asesinato. Entonces asistieron, entre otros, el hoy presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, su antecesor Felipe González y el ya fallecido dirigente del PSC Joan Reventós.