MADRID, 3 Jun. (EUROPA PRESS) -
Seis cazas F-18 vigilan el cielo del Báltico desde hace un mes. Durante este periodo han sido ya seis las aeronaves rusas que los aviones de combate españoles han tenido que interceptar por atravesar su espacio aéreo sin identificar.
Fue el 1 de mayo cuando los F-18 tomaron el mando de la misión de la OTAN Baltic Air Policing (BAP), que tiene el objetivo preservar la integridad del espacio aéreo de Estonia, Letonia y Lituania. Desde la base de Siauliai, se encargan de vigilar el cielo báltico junto a militares británicos y sus aviones Eurofighter Typhoon.
Desde entonces han llevado a cabo alrededor de media docena de interceptaciones reales, según fuentes de la OTAN. Según explica el Ejército del Aire, cuando se detecta una aeronave que, sin estar autorizada, intenta entrar en el espacio aéreo de los países bálticos, se ordena, desde Centro de Operaciones Aéreas Combinadas de Uedem (Alemania), el despegue inmediato de aviones interceptores.
Este despegue se denomina 'scramble' y, según las imágenes difundidas por la OTAN, permitió la interceptación de al menos dos aviones de combate Sukhoi, un avión de transporte táctico Antonov y otro avión de transporte Tupolev, todos rusos.
La incursión de aeronaves sin identificar en el espacio aéreo Báltico no es extraña y en alguna ocasión la misión española ha estado acompañada de polémica, como el pasado año cuando un caza español acudió a interceptar un avión en el que viajaba el ministro ruso de Defensa.
Esta es la tercera vez que España asume el mando de la operación de la OTAN de Policía Aérea en el Báltico, aunque su participación en ella ha sido constante desde el año 2006. En concreto, ha hecho de vigía del cielo del este de Europa en siete ocasiones durante los últimos 14 años.
