MADRID, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Confederación Española de la Policía (CEP) ha replicado este viernes al Gobierno vasco que la comisión de delitos como son la tortura sólo pueden acreditarse en los tribunales. Responde así el sindicato policial a la decisión del Ejecutivo autonómico de encargar al profesor de medicina forense de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) Francisco Etxeberria la dirección científica de un informe oficial sobre la tortura entre 1960 y 2010 en el que se va a fiscalizar la actuación de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
Los cincuenta años elegidos para realizar este estudio sobre la actuación de las fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado coincide con el periodo comprendido entre el primer atentado de ETA reconocido oficialmente y el año en el que la banda terrorista anunció el cese de sus acciones armadas ofensivas.
"Nos preocupa esa especie de revisionismo judicial que los promotores han planteado, erigiéndose en relatores de una verdad que, cuando afecta a la comisión de delitos, sólo puede encontrar su fuente en la sentencias de los órganos judiciales. No hay nada que revisar si existen sentencias firmes, salvo que se quiera hacer un uso político miserable de las denuncias no acreditadas y que, por tanto, se demostraron falsas en su día", explica en declaraciones a Europa Press el secretario general de la CEP, Ignacio López.
A su juicio es una "frivolidad y falta de respeto" y acusa al Gobierno vasco del "despilfarro que en plena crisis y con otras prioridades a las que dedicar fondos públicos, se dedica a promover trabajos de cuestionable rigor y acreditada parcialidad". "Si el Gobierno vasco dedicase la mitad del esfuerzo y presupuesto a investigar los crímenes y asesinatos cometidos por la banda terrorista ETA y que aún no han sido esclarecidos, evitando así la impunidad, haría un gran favor a la democracia y a la sociedad vasca", ha añadido.
López ha criticado también "el empeño por reescribir determinados pasajes de la historia en el País Vasco, siempre desde la equidistancia, en el mejor de los casos, o la parcialidad, en la mayoría". "No debemos bajar la guardia ante un nacionalismo empeñado en reconstruir un pasado en el que sólo ETA y su mundo político y social fueron los que ejercieron el asesinato, la amenaza, la extorsión y la persecución ideológica".
