Chaves, reelegido presidente de la Junta por sexta vez con el único apoyo del PSOE y el rechazo de PP e IU

Actualizado: jueves, 17 abril 2008 20:12

  SEVILLA, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -

   El socialista Manuel Chaves fue elegido esta tarde presidente de la Junta de Andalucía en la VIII Legislatura con los votos de los 56 diputados del PSOE en el Parlamento autonómico, mientras que contó con la oposición de 46 de los 47 diputados del PP --faltó el cordobés Bartolomé Madrid Olmo-- y de los seis de IULV-CA.

   De esta forma, Chaves es reelegido presidente de la Junta por sexta vez consecutiva, ya que ostenta este cargo desde hace 18 años, aunque sólo en la III y VII legislaturas, además de la actual, ha contado con mayoría absoluta. En la V y VI legislaturas, Chaves fue elegido presidente con el apoyo del PA, socio del PSOE durante ocho años en los que los socialistas no tenían mayoría absoluta.

   Manuel Chaves resultó elegido como presidente en la VIII Legislatura tras obtener la mayoría absoluta en una votación nominal del Pleno del Parlamento, que se inició, por sorteo, por el diputado del PP Francisco Oblaré. Al término, Chaves se dirigió a saludar a los líderes de la oposición, Javier Arenas (PP) y Diego Valderas (IULV-CA), mientras recibía una cerrada ovación de la bancada socialista.

   En las elecciones del 9 de marzo, el PSOE obtuvo la mayoría absoluta con 56 escaños, mientras que el PP consiguió 47, e IULV-CA, seis, mientras que el andalucismo quedó fuera por primera vez del Parlamento autonómico, escenario que ha permitido la elección de Chaves como presidente con el único apoyo de su partido.

   Manuel Chaves tomará posesión de su cargo el próximo sábado en un acto que se desarrollará en la sede del Parlamento andaluz, mientras que su nuevo Gobierno lo hará el próximo lunes.

   El debate de investidura se inició ayer con la intervención de Manuel Chaves, durante la cual expuso sus compromisos para la presente legislatura, mientras que en la jornada de hoy han intervenido los líderes de la oposición, Javier Arenas (PP) y Diego Valderas (IULV-CA) y el portavoz del Grupo Socialista, Manuel Gracia, para exponer su posición una vez oído el discurso del recién reelegido presidente.

   "GOBERNAR PARA TODOS"

   Chaves se comprometió ayer a "gobernar para todos" en la VIII legislatura tomando como base el "proyecto de futuro" con el que concurrió a las elecciones autonómicas del pasado 9 de marzo y ofreció consenso a los grupos de la oposición para el desarrollo del Estatuto de Autonomía, con especial hincapié en los derechos sociales; la modernización de servicios fundamentales; la financiación autonómica; y el director de la RTVA.

   El ya reelegido presidente andaluz incluyó constantes llamadas al diálogo y el consenso durante su cerca de hora y media de discurso en el debate de investidura, en el que también ofreció a empresarios y sindicatos sentar las bases de un nuevo Acuerdo de Concertación y anunció medidas "inmediatas" para hacer frente a la "desaceleración del ritmo de crecimiento económico" y al "cierto deterioro del mercado de trabajo" que sufre Andalucía a causa de una coyuntura internacional "menos favorable" y de la "caída de la actividad a escala nacional" en el sector de la construcción de viviendas.

   Frente a ello, el presidente del Grupo Popular, Javier Arenas, cuya formación ya había anunciado semanas atrás el voto en contra de la investidura de Chaves, aprovechó el debate para trasladar al ya presidente andaluz que acepta la oferta de pactos y de diálogo permanente con los partidos de la oposición que lanzó, si bien le advirtió de que le concede la "más mínima credibilidad". Arenas también planteó a Chaves su propia oferta de pacto en torno media docena de asuntos, como el desarrollo del Estatuto de Autonomía.

   Durante su intervención, Arenas, que señaló que, después de doce de años, vuelve a la Cámara andaluza "rejuvenecido" y con una  "extraordinaria satisfacción", señaló que Chaves pidió ayer el respaldo a un proyecto que va para 30 años, sin aportar "ni una sola idea nueva, mientras que las reformas que necesita Andalucía brillaron por su ausencia".

   IU VE A CHAVES CON "MENOS CRÉDITO"

   El portavoz parlamentario de IULV-CA, Diego Valderas, destacó que Chaves afronta esta nueva legislatura "con menor crédito electoral y político, con un modelo de crecimiento agotado y con un proyecto político continuista que arrastra clamorosos incumplimientos", si bien quiso dejar claro que el voto negativo de su grupo a la investidura "no cierra la puerta a acuerdos".

   Para Valderas, Chaves ha presentado en su sexto debate de investidura "una propuesta más continuista que nunca", lo que atribuyó a que el líder del PSOE-A está "atrapado por su trayectoria, por sus políticas y por su complicidad con el Gobierno de Rodríguez Zapatero, por lo que deja claro que no tiene propuestas para afrontar desde la izquierda los grandes retos que tienen hoy los andaluces".

   Por su parte, el portavoz del Grupo Socialista, Manuel Gracia, quiso dejar claro que los socialistas no van a parar hasta conseguir acuerdos con el PP en cuestiones de interés general para Andalucía porque es totalmente "necesario e imprescindible".

   El pueblo andaluz ha decidido, según agregó, otorgar su confianza al proyecto del PSOE, que concibe este nuevo siglo como la oportunidad para que Andalucía se coloque en el grupo de las regiones más avanzadas de Europa. Señaló que ese proyecto está compuesto con medidas absolutamente detalladas y con compromisos con fechas muy firmes, de manera que nadie "podrá decir que se trata de un proyecto evanescente, vaporoso o carente de compromisos".

   Chaves tomó la palabra al final del debate para trasladar a los dos grupos de la oposición, PP e IULV-CA, que su voto contrario no condicionará su "firme voluntad de diálogo político, social e institucional" a lo largo de la nueva legislatura, así como para reivindicar el "prestigio" del Parlamento andaluz como "centro de la vida política" tras un debate que, a su juicio, ha demostrado que se pueden defender las respectivas posiciones "con energía y dureza", pero "lejos de la crispación y la confrontación radical", algo que confió en que se mantenga en el futuro.