MADRID, 29 Nov. (EUROPA PRESS) -
El PP ha decidido volver a preguntar en el Congreso al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, por el presunto chivatazo policial a ETA durante la tregua, un asunto por el que el Grupo Popular le viene pidiendo explicaciones semana tras semana y en el que el titular de Interior se resiste a entrar remitiéndose a "las actuaciones judiciales que se están realizando en la actualidad en la Audiencia Nacional".
Por cuarta pleno consecutivo, en la sesión de control del próximo miércoles habrá una pregunta al ministro sobre el 'caso Faisán', en esta ocasión sobre su silencio en torno al presunto chivatazo policial a ETA. "¿A qué razones responde el silencio del ministro con respecto al 'caso Faisán'"?, reza la pregunta que formulará el portavoz del PP de Interior, Ignacio Cosidó.
Los debates de Rubalcaba con el PP por este asunto se han venido caracterizando por la acritud del cruce de acusaciones y la escasa información obtenida sobre lo que en realidad pasó en aquel bar de Irún (Guipúzcoa) en 2006. Cosidó llegó a pedir al ministro que el chivatazo no se convierta en un nuevo "borrón en la heroica lucha contra el terrorismo" como lo fue el GAL, ante lo cual Rubalcaba replicó que sólo el PP y Batasuna siguen hablando hoy de aquel grupo de la llamada guerra sucia.
EL PP TIENE UNA TEORÍA
En uno de esos debates el diputado del PP Ignacio Gil Lázaro ha expuesto la teoría de que el soplo a la red de extorsión de la banda el 4 de mayo de 2006 se produjo para no eclipsar una reunión prevista ese mismo día en el Palacio de la Moncloa entre el presidente del Gobierno y el entonces líder del PNV, Juan José Imaz, en el que, según el dirigente del PP, los nacionalistas vascos iban a ofrecer su apoyo al proceso de paz.
"La operación no se podía hacer coincidir con esa reunión", argumentó, recordando que de haberse producido ese día habría sido detenido un miembro del PNV. Gil Lázaro se refería al histórico dirigente de los nacionalistas vascos, ya fallecido, Gorka Aguirre, quien llegó a estar imputado en la causa por ejercer supuestamente de correo entre los extorsionados por la banda y el Bar Faisán, donde se cobraban los pagos a ETA. "Esa teoría que ha dispuesto es sencillamente un dislate", le cortó el ministro.
Una de las pocas informaciones ofrecidas por el ministro en estos debates fue la que dio el pasado miércoles sobre la cinta remitida a la Audiencia Nacional con las grabaciones sobre el Bar Faisán del día en el que se produjo el soplo a la red de extorsión de ETA. Las asociaciones de víctimas que ejercen la acusación popular en la causa (AVT y Dignidad y Justicia) habían denunciado que la grabación tiene varios minutos de cortes en momentos clave.
"Antes de ayer (por el lunes) declararon dos policías en relación con la cinta, que dieron cuenta de los problemas de la misma", admitió el ministro, quien, sin embargo, se refirió a un informe remitido por la policía científica al juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón. Según dijo, en ese documento "se dice que no se borró nada". "Taxativamente sí, la cinta es correcta", aseveró.
DE LA VEGA NO HABLA DEL CASO
Además de interrogar a Rubalcaba, el PP intentó incluso elevar el listón y pedir explicaciones a la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, en el último Pleno de octubre.
No obstante, el Gobierno justificó la ausencia de Rubalcaba, de viaje esos días en Estados Unidos, para que la pregunta que tenía previsto realizar la portavoz del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, a la 'número dos' del Ejecutivo quedará aplazada.
