CiU dice que el compromiso de Mas para no pactar con el PP sigue vigente de cara a las elecciones generales

Actualizado: domingo, 14 octubre 2007 15:04

El portavoz parlamentario de CiU, Felip Puig, advierte que la pasada crisis con Unió ha sido "la última, con mayúsculas"

BARCELONA, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -

El portavoz parlamentario de CiU y secretario general adjunto de CDC, Felip Puig, advirtió hoy de que "la declaración notarial" firmada durante la campaña de Artur Mas a las elecciones autonómicas de 2006, en que CiU se comprometió a no pactar con el PP, "sigue vigente" de cara a las elecciones generales.

"Lamento comunicar que como consecuencia de la actitud de la dirección del PP, de su utilización indigna de las sensibilidades de Catalunya, de su posición contra el Estatut y de su estilo y su lenguaje, la declaración notarial sigue vigente", aseveró Puig, en una entrevista a Europa Press.

Puig remarcó que CiU "nunca ha cerrado las puertas a pactar con los gobernantes españoles, desde los socialistas a los franquistas reconvertidos o al PP", pero señaló que, en esta ocasión, "es el PP el que se ha cerrado las puertas" de la federación nacionalista. CiU "no dejará de tener presente el sentimiento de los catalanes" hacia la actual dirección de los populares, advirtió.

En cuanto a la reciente crisis entre CDC y UDC, Puig aseguró tajantemente que ha sido "la última, con mayúsculas", que se produce, y subrayó que CiU "no se puede permitir ninguna nueva crisis en el futuro".

"REPENSAR" LAS RELACIONES CDC-UDC EN 2008.

"Eso nos exigirá, después de las generales, y en el marco de los congresos" que se desarrollarán en 2008, "repensar" las relaciones, en las que "CDC no ha de provocar hostilidad volviendo a proponer una fusión que no es bien aceptada y Unió también ha de entrar en una vía en la que su perfil no se marque permanentemente a través de la diferenciación de nuestras iniciativas", detalló Puig.

No obstante, dijo ser "testigo" de que desde que se cerró la reciente crisis, en una reunión de más de cuatro horas entre el líder de CDC, Artur Mas, y el de UDC, Josep Antoni Duran Lleida, existe hoy "un mejor diálogo entre Duran y Mas", que confió que ayude a "enfrentar con más eficacia las elecciones generales".

Puig apostó por dedicarse a fondo a "recuperar posiciones", consciente de que "a buena parte" del electorado de CiU "no le ha gustado la última escenificación de la crisis" entre los socios de federación: "No salimos de la 'pole position', sino que se nos estropeó el motor durante los entrenamientos y salimos de la tercera o cuarta posición", reconoció.

Por ello, desde su nueva responsabilidad como secretario general adjunto de CDC, Puig se propuso llevar a cabo "una labor de preparación, revulsivo y motivación para las elecciones generales", en un proceso en el que aseguró que piensa "contrastar la opinión de todo el partido".

"COHESIONAR LAS DIVERSAS SENSIBILIDADES".

Puig reconoció que las funciones asignadas por el líder de CDC, Artur Mas, pasan también por cohesionar las diversas sensibilidades que integran el partido y "coordinar las estructuras territoriales, sectoriales, plataformas institucionales y parlamentarias".

Así, aseguró que, a pesar de haber manifestado públicamente su simpatía por las posiciones de la Plataforma per la Sobirania de CDC, no serán esas las que orientarán la estrategia de la dirección del partido, sino que ésta tratará de "integrar" todas las sensibilidades.

Puig consideró como "un signo de vitalidad" la diversidad ideológica y de "grados de nacionalismo" en el interior de CDC. "No digo que sea bueno que un partido tenga plataformas o corrientes internas, pero creo que sería un signo de autismo político que la inquietud que vive hoy la sociedad catalana no se viviera también dentro de la principal fuerza política del país", señaló.

El número dos de CDC asumió la "responsabilidad" de "encontrar canales para que esta permanente diversidad de ideologías continúe existiendo en un proyecto cohesionado" y "recuperar los propósitos fundacionales de CDC". Así, rechazó que "la dirección del partido se identifique con los más independentistas o con los más proclives a participar de forma vocacional en la política española".

Puig aseguró que el hecho de que él tome "el relevo en la sala de máquinas" no supondrá ningún "replanteamiento estratégico ni de las estructuras" del partido, por lo que el equipo de dirección "se mantendrá en su integridad" y cualquier "cambio" en la Ejecutiva "quedará en el marco del congreso de CDC del año que viene".

También afirmó que con él al frente "no mejorarán las relaciones con ERC", pese a haberse mostrado proclive a un pacto con los republicanos, porque --dijo-- "eso no depende de Puig o de Mas, sino de la apuesta estratégica de ERC desde hace 4 años que es configurar mayoría con PSC pensando en sus intereses de partido más que en los intereses nacionales".

LOS APOYOS A RULL SON "SÍNTOMA POSITIVO".

En cuanto a su relevo en la portavocía del grupo parlamentario de CiU, reconoció que "el nombre que tiene más fuerza es el de Oriol Pujol", pero señaló que el hecho de que haya sectores de CDC que aboguen por otras opciones, como la de Josep Rull, "es un síntoma en positivo".

"El silencio resignado o la aceptación unánime hubieran sido síntomas más bien de pobreza intelectual, de inexistencia de relevos y de un equipo muy justito", alegó. "Siendo conscientes de que el apellido de Pujol introduce un elemento de atractivo y morbosidad, quiero pensar que la decisión del grupo será la más eficaz" para CiU, añadió.