Clos, sustituto de Montilla en Industria, ya había sonado como ministro en las quinielas del primer Gobierno Zapatero

Actualizado: martes, 29 agosto 2006 21:35

Diez después de las elecciones de 2004, declaró que no cambiaría la Alcaldía de Barcelona "por nada"

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BARCELONA, 29 Ago. (EUROPA PRESS) -

El alcalde de Barcelona, el socialista Joan Clos, que sustituirá a José Montilla como ministro de Industria, ya sonó como "ministrable" en las quinielas del primer Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Clos, que accedió a su cargo tras sustituir en plena legislatura municipal al entonces alcalde, Pasqual Maragall, obtuvo en 1999 sus mejores resultados electorales y se convirtió en uno de los baluartes del socialismo español, que en esos años sufría su particular 'travesía del desierto' tras la derrota de 1996.

Con el tiempo, la figura de Clos fue perdiendo fuelle y empezó a cuestionarse especialmente tras las elecciones municipales de 2003, en las que los socialistas sufrieron un serio varapalo en la ciudad de Barcelona y quedaron en manos de sus socios de ERC e ICV.

Su nombre surgió después en las primeras quinielas del Gobierno Zapatero, como vía para adelantar la renovación municipal. De hecho, se especuló con su nombramiento como ministro de Sanidad, dada su condición de médico.

Precisamente en esos días, durante su intervención en el 'Forum Europa' organizado por Nueva Economía y Europa Press, Clos fue preguntado por el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, sobre ese rumor. "Me gusta mucho ser alcalde de Barcelona. No lo cambiaría por nada", respondió Clos aquel 25 de marzo de 2004.

Finalmente, Joan Clos se mantuvo en la Alcaldía y hasta ahora se venía resistiendo a ceder su puesto como cartel electoral frente al nacionalista Xavier Trias, la nueva apuesta de CiU en la ciudad de Barcelona.

LIDIAR CON LAS OPAS

El todavía alcalde de Barcelona tendrá que hacer frente en la cartera de Industria a la difícil situación creada en el sector eléctrico, donde la compañía Endesa ha sido objeto de las OPAs de Gas Natural y E.On y el conflicto que ha enfrentado al Gobierno español con las autoridades de Bruselas.

Las expectativas no cumplidas en cuanto a relevancia internacional e interna del Fórum de las Culturas, según fuentes municipales, ha pasado factura a Clos, así como los problemas domésticos de Barcelona que han oscurecido el brillo que le aportó la organización de los Juegos Olímpicos de 1992, conseguidos durante la etapa de Maragall.

La crisis del Carmelo y la polémica ordenanza sobre el civismo, que enfrentó a los partidos del tripartito municipal, también han contribuido a su desgaste.