HUESCA, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -
La primera parte del juicio por la demanda interpuesta por las Franciscanas Clarisas de Huesca para que su portera abandone la vivienda donde reside a cambio de trabajos de mantenimiento del convento, comenzó hoy en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de la capital altoaragonesa.
Dolores Lambán ha cuidado y mantenido, durante 52 años, el convento de clausura de Santa Clara a cambio de ocupar una vivienda anexa al cenobio donde ha convivido con su marido y sus hijos. Según Lambán, las nuevas religiosas decidieron que el pacto verbal alcanzado entre ella y las anteriores monjas no era válido, por lo que presentaban una demanda exigiéndole que abandonara la casa.
Hoy se ha celebrado la primera parte del juicio, en el que se han practicado las pruebas testificales. Todos los testigos que han declarado han sido de la parte de la santera, mientras que el abogado de las clarisas ha propuesto una prueba documental más, la declaración de la portera, su marido y uno de sus hijos.
El abogado de la portera, Manuel Freire, trasladó que "los argumentos empleados hoy en el juicio han sido los mismos de siempre. La portera lleva 52 años allí y si está allí es para trabajar y a cambio de ese trabajo ha disfrutado del uso de una vivienda y de una pequeña cantidad en metálico".
Esta primera parte del juicio no ha finalizado, ya que resta por practicar una prueba testifical correspondiente a una antigua religiosa, de edad avanzada, que estaba en el convento.
Atendiendo a esta circunstancia, el interrogatorio se realizará por escrito. Los letrados serán convocados posteriormente para llevar a cabo la segunda parte de este juicio con el informe final de los abogados.
