Las comunidades autónomas disponen de 215 oficinas en el extranjero, la cuarta parte dependientes de Cataluña

Actualizado: domingo, 14 junio 2009 11:51

MADRID, 14 Jun. (EUROPA PRESS) -

Las comunidades autónomas cuentan con un total de 215 oficinas y unidades administrativas repartidas por 37 países del extranjero, de las cuales la cuarta parte dependen de la Generalitat de Cataluña. Por detrás, con la mitad de oficinas, se encuentran la Comunidad Valenciana y Andalucía.

Así se recoge en un informe del Gobierno, actualizado a fecha 25 de mayo y a cuyo contenido tuvo acceso Europa Press, en el que se desglosan, país por país, el número de oficinas o unidades administrativas dependientes de las comunidades autónomas o de entes locales existentes en el extranjero.

El Ejecutivo reseña que existen 215 oficinas autonómicas en el extranjero y que la comunidad con mayor número de locales es Cataluña, con medio centenar (el 25 por ciento del total). A continuación figuran la Comunidad Valenciana, con 27, y Andalucía, con 22. Tras ellas, ya en un tercer nivel, aparecen el País Vasco (15) y Madrid, Asturias y Galicia, las tres con 12.

EL MAYOR NÚMERO DE OFICINAS EN CHILE, BÉLGICA Y CHINA

Además, del total de 37 países en los que las comunidades poseen delegaciones, son Chile, Bélgica (fundamentalmente por estar la capital europea en Bruselas) y China, por este orden, las que concentran el mayor número, seguidas de Portugal, Estados Unidos, Alemania, Argentina, Brasil, Francia y Polonia.

En concreto, de las 50 oficinas que dependen de Cataluña, cinco de ellas se encuentran en Alemania, cuatro en Estados Unidos y tres en Chile, Reino Unido y Francia. Además, hay países en los que la única presencia autonómica española corresponde a esta comunidad, como es el caso de Suráfrica, Turquía, Ucrania, Singapur, Finlandia, Dinamarca, Egipto o Australia.

POLÉMICA GESTIÓN DE CAROD ROVIRA

La política exterior de la Generalitat ha sido asumida en este segundo tripartito por su vicepresidente, el republicano Josep Lluís Carod-Rovira, que ha diseñado un plan de creación de delegaciones en base a las nuevas competencias que el Estatut atribuye a la comunidad para reforzar la política exterior catalana.

Su gestión en este campo no ha estado exenta de polémica, sobre todo por las inauguraciones oficiales de sus delegaciones en un contexto de crisis económica y al conocerse el nombramiento de su hermano como delegado de la sede de la Generalitat de Cataluña en París.