MADRID, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -
El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, afirmó hoy en el Senado que "la Justicia no está para favorecer procesos políticos, pero tampoco para obstaculizarlos", y aseguró que "seguirá trabajando para no acudir a un solo funeral más". Insistió en que "el Ministerio Fiscal no dejará pasar la ocasión de aplicar la Ley para que no haya más muertos ni consentirá trampas al servicio de una Justicia de trinchera que alimente el enfrentamiento" conforme al interés de "quienquiera que sea".
El máximo responsable del Ministerio Público compareció esta tarde ante la Comisión de Justicia del Senado, a petición del Grupo Parlamentario Popular, para explicar las declaraciones que realizó el pasado 9 de junio en el XXI Congreso de Jueces para la Democracia, celebrado en Vitoria, respecto al papel del Poder Judicial tras el alto el fuego permanente decretado por ETA.
El fiscal general aseguró entonces que los jueces "no son titulares de una ley autoproclamada ni pueden negar el sentido de la historia y de la realidad", al tiempo que indicó que "la voluntad mayoritaria determina la ley en cada momento y determina la actuación judicial".
Conde-Pumpido, que describió la petición de comparecencia del PP de "gabela parlamentaria e institucionalmente inútil", aclaró que cuando habló de "voluntad mayoritaria" se refirió a la Ley, por lo que reiteró que "los jueces y fiscales están sometidos al imperio de la Ley, que es fruto de la voluntad mayoritaria".
CONTACTO CON LA REALIDAD
"El vuelo de las togas de los fiscales no eludirá el contacto con el polvo del camino", manifestó el fiscal general, que sostuvo que "la aproximación" de los jueces y fiscales a la realidad social debe ser "imparcial, pero no ajena" a ella. "Nuestra aproximación debe ser profundamente comprometida a la transformación de la realidad, de acuerdo con lo que establece la Constitución y concreta la Ley", añadió.
Igualmente, advirtió de que "generar tensión en la sociedad, confundiendo la Justicia con la venganza, conduce directamente a degradar el ordenamiento jurídico y el Poder Judicial y a desprestigiar su función". También criticó el "transmitir falsamente a los ciudadanos la idea de que jueces y fiscales, más que garantes de la Ley, son meros ejecutores o instrumentos de las políticas de Gobierno, dedicados a hacer aquello que convenga a la coyuntura del momento".
