Conde Roa aspira a presidir el PP de Santiago con ánimo "renovador" y cree que la lista de Pillado es "un salto atrás"

Prevé un futuro "muy complejo" si gana un Pillado "dirigido" por su padre y "asesorado" por un Mouriño deseoso de un "minuto de gloria"

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 9 Jul. (EUROPA PRESS) -

El candidato a la Presidencia del PP de Santiago Gerardo Conde Roa alertó hoy de que el partido sufrirá "un paso atrás de quince o veinte años como poco" si el médico odontólogo y ex concejal en la capital gallega, Carlos Pillado, se impone en el congreso que los populares compostelanos celebrarán mañana jueves. Frente a eso, se ofreció a liderar esta formación en los próximos años con el objetivo de "preparar el terreno para los que vengan detrás" y seguir profundizando en la "renovación" del partido.

Tras instar a los militantes a "confiar en el futuro", Conde Roa se erigió en representante de una "generación de transición" y apostó por preparar el partido para que la gente, especialmente los jóvenes, se sienta "cómoda". Por contra, aseguró que el partido "no se puede permitir el lujo" de retroceder en el tiempo. Por eso, censuró la lista de Pillado porque supone "revivir" una época pasada del PP compostelano.

Así, se preguntó "qué papel" va a jugar en el partido, el secretario general del partido durante casi 20 años, David Pillado, uno de los integrantes de la candidatura de su hijo. En esta línea, pronosticó un "futuro muy complejo" al PP compostelano si mañana se impone Pillado, a quien ve "dirigido, amparado, vigilado y controlado" por su padre.

Por otro lado, cuestionó el "futuro" del partido al estar Pillado "asesorado" por el empresario Pedro Mouriño, que anunció hoy su integración y la de parte de su equipo en la lista del ex concejal. Según Conde Roa, el ex presidente de Nuevas Generaciones ha buscado "su minuto de gloria a base de titulares periodísticos" pero "es una persona a la que le falta todavía peso para dirigir un partido político".

EJERCICIO DE MANIPULACIÓN.

Además, el portavoz popular consideró la alianza del "candidato nato" Pillado y del "no nato" Mouriño --que no consiguió los avales suficientes para formalizar su candidatura-- un "ejercicio de manipulación". Aunque dijo no sentirse "sorprendido", confesó su "pudor" y "sonrojo" por el hecho de que ambos se "estén repartiendo el tesoro".

Así, criticó que "vendan la piel del oso antes de cazarla" y se "repartan cargos", "uno presidente y otro alcalde" antes de ganar el congreso, lo que, a su juicio, significa saltarse "a la torera las elecciones democráticas de los cargos". Conde Roa también cuestionó que sus rivales "pretendan crear un comité ejecutivo de 90 personas" y se preguntó "cómo se puede gobernar un partido así". "Da la impresión de que ninguno quería quedarse fuera y de que están a ver cómo nos colocamos", ilustró, y tachó este comportamiento de "un auténtico disparate".

Puesto que las estructuras del partido "no pueden anquilosarse y estar siempre las mismas personas", apostó por un partido "abierto y bien conectado con la sociedad". Así, defendió continuar el proceso renovador que, a su juicio, se inició "con éxito" desde las pasadas municipales y justificó en este objetivo la incorporación de "gente nueva" a su candidatura. "Que deje de gobernar una capillita y que pueda haber un gobierno participativo", proclamó.

LLAMADA A LA PARTICIPACIÓN.

Sobre su candidatura, Conde Roa afirmó que su retorno a la vida política política "no fue en el mejor momento del partido" y reivindicó que dejó su vida "más tranquila" que llevaba por el bien de la formación. "Tuve que dejar atrás muchas cosas y volver a dar la cara por mi partido cuando me necesitó", expuso, y se apuntó "una trayectoria detrás". "No soy un niño ni un novato en estas lides", continuó.

Finalmente, consideró que el proceso precongresual ha sido "enormemente positivo" y que los militantes han dado "un ejemplo de democracia interna". De cara a mañana, llamó a los afiliados a participar en el congreso, lo que será "beneficioso" para que quien resulte elegido presidente local lo haga "con una alta legitimidad".

Sin embargo, eludió concretar si la alta participación beneficiará o no a su candidatura y se mostró contrario a transmitir "sensaciones triunfalistas" porque no cree en victorias y en derrotas "a priori".