SEVILLA, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a un hombre de 55 años, J. M. G., a 14 años y once meses de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa con agravante de parentesco contra su ex mujer, I. D. D., cometido el pasado 6 de septiembre de 2004 en la avenida de Los Gavilanes de la ciudad. Además, se le condenó al pago de una indemnización de 367.792 euros a la víctima.
En la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, se falló igualmente la accesoria de inhabilitación absoluta para el procesado durante el tiempo de la condena, así como la prohibición de acercarse a la mujer a una distancia no inferior a 1.000 metros y de comunicarse con ella durante cinco años.
Además del pago de las costas procesales, incluidas las de la acusación particular, se le condenó a indemnizar a la víctima con 367.792 euros por las lesiones y secuelas sufridas, si bien, se declaró por ahora la insolvencia del penado. El Tribunal acordó asimismo el comiso y destrucción del arma que le fue intervenida, así como el embargo del dinero intervenido.
Los hechos ocurrieron sobre las 8.30 horas del citado día, fecha en la que el procesado se encontraba separado desde octubre de 2003 de la que fue su mujer y se hallaba resentido con ella por haber iniciado ésta una nueva relación sentimental y por hacerla responsable de la penuria económica por la que atravesaba.
Entonces, habiendo decidido acabar con la vida de la mujer, se desplazó en su vehículo hasta el número 64 de la avenida de Los Gavilanes, por donde sabía que ésta pasaba a diario de camino a la casa de la hija de ambos. Aparcó en la acera de enfrente a la de por la que la mujer solía transitar, llevando en el maletero una escopeta que previamente había cargado con cuatro cartuchos del calibre 12-70 de caza, semimetálicos armados con perdigones.
Cuando su ex esposa pasó por el lugar, sobre las 10.30 horas, la acechó sacando el arma del maletero y se dirigió a la mujer apuntando hacia ella y disparando desde unos 15 metros. Mientras seguía acercándose a ella siguió disparando otras dos veces más, apuntándole en todo momento. Los proyectiles derribaron a la mujer y, pese a que quedó tendida en el suelo, el penado se aproximó y "prácticamente a bocajarro, a unos tres metros, volvió a efectuarle un cuarto disparo apuntando directamente sobre su rostro". Después, rompió la escopeta golpeándola contra los hierros de un carril bici existente en el lugar.
Durante los hechos, y a continuación de los mismos, el inculpado no cesaba de gritar a la mujer, según la sentencia, con expresiones tales como "me has puesto los cuernos, me has quitado 30 años de mi vida, en mi casa y en mi cama no se acuesta nadie". Finalmente, fue sujetado y retenido por dos ciudadanos hasta la llegada de la Policía. El procesado ha permanecido en prisión desde el día en que ocurrieron los hechos hasta la actualidad.
Como consecuencia de lo ocurrido, la mujer sufrió heridas múltiples por arma de fuego de las que tardó en curar 171 días, durante los que estuvo incapacitada, con 24 días de ingreso hospitalario e intervención quirúrgica. Entre las secuelas que le quedaron figura trastorno por estrés postraumático, síndrome postconmocional, pérdida de visión y perjuicio estético por múltiples cicatrices que afectan a la práctica totalidad de su cuerpo, así como un importante perjuicio psicológico, entre otras.
