Este enfermo mental también hirió de un disparo a la sobrina de la fallecida
MADRID, 29 May. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a un máximo de 26 años de internamiento en un centro psiquiátrico a un hombre de 68 años que sufre un trastorno mental y que mató a su vecina en abril del 2005 porque, en su delirio, pensaba que le quería echar de su pueblo, San Lorenzo de El Escorial.
La sentencia recoge que a las 17:40 horas del 22 de abril de 2005 el acusado César R.A. se encontraba en el jardín de la parcela de su casa "cuando al apercibirse de la llegada de Marlene B.G., que residía en la parcela contigua, fue en busca de la escopeta de caza que guardaba en el interior de la vivienda --que poseía legalmente--, salió al exterior y colocándose frente a Marlene, a una distancia de algo más de un metro, le disparó".
A continuación, y una vez que Marlene cayó al suelo a consecuencia del disparo recibido, el acusado roció el cuerpo de su vecina con gasolina e inmediatamente después le prendió fuego, lo que finalmente produjo su fallecimiento.
SE ACERCÓ SU SOBRINA
Al oír el disparo la sobrina de Marlene, Yossabeth, de 15 años, que se encontraba en el interior de la casa de su tía, salió a la calle, donde "horrorizada por la escena que estaba presenciando, intentó acercarse al procesado, quien la apuntó con la escopeta, lo que disuadió a la joven".
"Acto seguido, la menor volvió a intentar poner fin a tal situación, momento en que el acusado le disparó a una distancia de dos o tres metros alcanzándole en el antebrazo izquierdo", agrega la sentencia. Como consecuencia del mencionado disparo, Yossabeth sufrió gravísimas lesiones que tardaron 904 días en curar, de los que 44 estuvo en un centro hospitalario.
César R.A., que había comprado esa misma mañana los cartuchos y el bidón de gasolina, padece desde el año 2000 un trastorno esquizotípico de personalidad y trastornos de ideas delirantes de tipo persecutorio. Cuando ocurrieron los hechos el procesado se hallaba en un momento delirante que, en esencia, consistía en creer que la asociación de amas de casa de San Lorenzo de El Escorial dirigían una especie de persecución y linchamiento contra él, "para lo cual habían utilizado a su vecina Marlene con el propósito último de echarle del pueblo".
La sentencia es recurrible en casación ante el Tribunal Supremo, las costas de este procedimiento se declaran de oficio, y el imputado no podrá salir del centro penitenciario sin la previa autorización del este tribunal de la Audiencia de Madrid.
