El juez absuelve a la víctima, que clavó un cuchillo a su agresor, por haber actuado en "legítima defensa"
PAMPLONA, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un vecino de Alsasua, Mariano Cerreduela Pisa, ha sido condenado a cuatro años de prisión por un delito de lesiones y otro de allanamiento de morada con violencia, cometidos contra su vecino, a quien tendrá que indemnizar con 8.000 euros.
Además, la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Navarra ha absuelto al vecino agredido, que clavó un cuchillo en la región umbilical a su atacante con una perforación en el intestino que le pudo causar la muerte de no haber sido atendido a tiempo por los servicios sanitarios. El juez considera que esta agresión se cometió en "legítima defensa".
El Ministerio Fiscal había solicitado penas de prisión para los dos implicados en el altercado. En concreto, reclamaba para Mariano Cerreduela seis años de prisión por los delitos de lesiones y de allanamiento, mientras que para el vecino pedía cinco, por un homicidio en grado de tentativa.
Los hechos sucedieron sobre las 6,30 horas del 23 de febrero de 2004, cuando Mariano Cerreduela llamó a la puerta de su vecino de planta a golpes y con insistencia, ante lo que el hombre decidió abrirle la puerta. En ese instante, el primer procesado comenzó a golpear a su víctima con "un rabo de toro" y le amenazó con matarle.
Según declaró Mariano Cerreduela en la vista del juicio, el enfrentamiento entre los dos vecinos se debía a las obras que el condenado estaba llevando a cabo en su domicilio. No obstante, según el procesado, la pelea comenzó en el rellano de la escalera y no en el interior de la vivienda, algo a lo que no da credibilidad el juez, porque la sangre y los restos de la pelea se encontraban en el domicilio.
El juez recoge en la sentencia que, una vez comenzó el forcejeo en el interior de la casa, los dos procesados llegaron hasta la cocina y era Mariano Cerreduela quien propinaba puñetazos y tiraba del pelo a su víctima.
En un momento dado, el agresor abandonó la casa, lo que aprovechó su vecino para cerrar la puerta. Sin embargo, Mariano Cerreduela volvió a la carga y con un fuerte golpe rompió la cerradura y parte del marco, con lo que entró en la vivienda y de nuevo comenzó la pelea.
Los dos llegaron otra vez a la cocina, Cerreduela cogió una botella de cristal que partió en una mesa y golpeó en la cara a su vecino, quien, para defenderse, según el juez, cogió un cuchillo que había en la fregadera y se lo clavó a su agresor en la tripa. Ambos cayeron al suelo y continuaron forcejeando hasta que Cerreduela perdió fuerza y abandonó la vivienda.
El juez considera que al agredir con el cuchillo el vecino era consciente de que su acción podía producir la muerte a la otra persona, pero le aplica la eximente de legítima defensa y, por tanto, le absuelve del delito de homicidio en grado de tentativa.
