MADRID, 23 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Sección Primera de la Audiencia Nacional condenó hoy a dos años de prisión a cuatro miembros de un grupo anarquista de Barcelona, Fernando Sirera Infante, Emilio Lentisco Ramírez, Francisco de Paula Fernández Gómez y Carlos Castilla Moles, y a 6 meses de cárcel a un quinto integrante, Juan Manuel Salas Ramírez, al conformarse todos ellos con la peticiones de pena del fiscal, quien las rebajó entre 6 y 8 años de cárcel respecto de su escrito de conclusiones provisionales. Respecto a Salas, redujo su solicitud en 6 meses de prisión.
El tribunal les impuso estas penas por su implicación, que los acusados admitieron, en diversos actos de violencia callejera cometidos entre los años 2000 y 2002. Además, condenó a cada uno de ellos a pagar 1.226 euros en concepto de responsabilidad civil.
El fiscal Pedro Rubira rebajó su petición inicial de penas, de entre 8 y 11 años de prisión, salvo para Salas Ramírez, para quien solicitaba un año de cárcel y cambió su solicitud a 6 meses de cárcel. Los acusados reconocieron los delitos de tenencia de aparatos inflamables y daños terroristas que el Ministerio Público les imputaba, y aceptaron las condenas que solicitaba para ellos.
El fiscal retiró de su escrito de calificación la tipificación como terroristas de los delitos que les imputaba, y subrayó en la vista oral que los cinco anarquistas "cooperaron" con la Administración de Justicia y mostraron su "arrepentimiento" por la comisión de los delitos. Además, destacó que los procesados reconocieron los hechos que se les imputaban y aseguraron que la intención de sus actos "no era alterar la paz social ni el ordenamiento constitucional".
VIOLENCIA CONTRA BANCOS
Según el escrito de acusación del fiscal, que los acusados admitieron hoy en la vista oral, éstos formaban un grupo violento anarquista que realizó acciones de sabotaje contra varias entidades bancarias de Barcelona, mediante la preparación y, posteriormente, colocación de cócteles molotov.
El fiscal señala al acusado Sirera, para quien inicialmente pedía 8 años de cárcel, como el fundador de este grupo y que, desde el año 1989, promovió las actividades de las organizaciones anarquistas en Barcelona. Además, afirma que Sirera se encuentra vinculado con el anarquista italiano Ruberto Paolo y que enseñó a confeccionar artefactos explosivos a Lentisco, para quien el fiscal solicitaba en un principio 11 años de cárcel, y a Salas, quien se enfrentaba a un año de prisión por daños terroristas.
Entre los actos de violencia del grupo recogidos en el escrito de calificación se encuentra el lanzamiento en abril de 2000 por parte de Castilla (para quien se pedía en un principio 8 años de prisión) de un artefacto explosivo contra un bar de la localidad barcelonesa de Viladecans. Lentisco y Fernández (quien se enfrentaba a 8 años de cárcel), por su parte, lanzaron en mayo de 2002 dos artefactos incendiarios contra una sucursal de la Caixa en Barcelona.
Lentisco y Salas colocaron en julio de 2002 un artefacto explosivo en el cajero automático de otra oficina de la Caixa, también en la ciudad de Barcelona. Según el fiscal, tras estos hechos Salas Ramírez abandonó el grupo, al no querer seguir realizando este tipo de acciones.
