BARCELONA, 7 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia de Barcelona ha condenado a cuatro años y medio de prisión a un hombre acusado de disparar a otro con una escopeta tras una discusión en un bar de Sabadell (Barcelona) en 2006. El procesado deberá indemnizar a la víctima con 167.245 euros por las lesiones y las secuelas causadas.
La Sección Tercera consideró probado que la noche del 21 de enero de 2006, la víctima, José G.M., y su agresor, Santiago A.J., mantuvieron una discusión en el bar Fórmula y, tras el incidente, el imputado se dirigió a su domicilio, situado a escasos metros, cogió una escopeta y disparó una vez a José G.M. cuando éste salió del local.
A resultas del disparo, efectuado a una distancia de entre cinco y diez metros, la víctima sufrió un 'shock' hemorrágico causado por las múltiples perforaciones producidas por los 55 perdigones que impactaron en el tórax, el abdomen y el brazo izquierdo, por lo que permaneció ingresado en un centro hospitalario durante casi ocho meses y fue sometido a siete intervenciones quirúrgicas.
Tras cometer el crimen, Santiago A.J. llamó a la Policía Local y cuando los agentes llegaron al lugar de los hechos, confesó ser el autor de los hechos, les alertó de que en el interior del arma aún había un cartucho y les informó de que en su domicilio había otras dos escopetas --tenía licencia para todas ellas-- y varios cartuchos.
Durante el juicio, los agentes explicaron que Santiago A.J. les dijo que estaba cansado de que José G.M. lo insultara y lo amenazara de muerte y quiso acabar con la situación, una declaración que, según el tribunal, "evidencia aún más" la intención del agresor de matar a la víctima.
La Fiscalía solicitó diez años de cárcel por un delito de homicidio en grado de tentativa, una compensación para la víctima de 168.210 euros y la privación del derecho de tenencia y porte de armas. La acusación particular elevó la pena de prisión a 14 años y nueve meses y la indemnización, a 401.166 euros.
El tribunal ha impuesto una pena menor a la solicitada, al tener en cuenta como atenuantes la confesión del crimen y la reparación del daño, aunque "escasa", ya que Santiago A.J. entregó 12.000 euros a la víctima antes del juicio.
