Condenan a un interno del centro juvenil Alzina a 18 años de cárcel por violar a uno de los asesinos de Ronny Tapias

Actualizado: martes, 3 junio 2008 17:14

BARCELONA, 3 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia de Barcelona ha condenado a un interno del centro de menores L'Alzina, en Palau-solità i Plegamans, a 18 años de prisión por abusar sexualmente de su compañero de habitación, uno de los asesinos del joven estudiante dominicano Ronny Tapias.

La noche del 22 de diciembre de 2003, Miguel Ángel O.R. --que entonces tenía 19 años y estaba recluido por diferentes delitos de robo-- despertó a su compañero de habitación, Jeury D.T., y le obligó a bajarse los pantalones para forzarle a mantener relaciones sexuales.

Ante la firme resistencia de la víctima --que en el momento de los hechos tenía 17 años y acababa de ingresar en el centro juvenil-- acabó por cogerle de la cabeza y le obligó a practicarle una felación mientras le daba puñetazos en los costados.

La escena se repitió otras dos veces unos días más tarde, durante las fiestas navideñas, cuando la víctima se sometió a las exigencias de Miguel Ángel O.R. por temor a las represalias que el acusado pudiera tomar si se negaba, ya que le había amenazado con "partirle en dos" si explicaba lo sucedido.

La Sección Tercera también ha condenado a Miguel Ángel O.R. a indemnizar con 12.000 euros a Jeury D.T., que sufrió un estrés postraumático y crisis de ansiedad, y le ha prohibido comunicarse o acercarse a menos de 1.000 metros de él durante cinco años.

CONDENADO POR MATAR A TAPIAS.

Dos meses antes de los hechos, Jeury D.T. ingresó de forma cautelar en el centro juvenil de Palau-solità i Plegamans por la muerte del estudiante colombiano Ronny Tapias en octubre de 2003 en la puerta del instituto Sant Josep de Calassanç de Barcelona.

En abril de 2004, él y otros dos menores fueron condenados a ocho años de internamiento cada uno --la máxima pena que contempla la Ley del Menor-- y a otros cuatro de libertad vigilada por el apuñalamiento mortal a Ronny Tapias. Los tres abandonaron los centros juveniles en los que se encontraban en mayo de ese mismo año.

Un año después, un tribunal popular declaró culpables de asesinato con alevosía a otros tres procesados --todos ellos mayores de edad y de nacionalidad dominicana--, y el magistrado presidente los condenó a 17 años de prisión y a indemnizar a los padres de la víctima con un total de 190.000 euros.

Los miembros del jurado absolvieron a los tres ecuatorianos procesados por la muerte de su joven compatriota.