Margallo avisa de que si la negociación no fructifica, la comunidad internacional actuará para que la crisis libia no contagie a vecinos
MADRID, 16 Dic. (EUROPA PRESS) -
La conferencia internacional sobre Libia que Madrid se ha ofrecido a organizar ha vuelto a sufrir un nuevo retraso motivado por los intentos del enviado especial de Naciones Unidas, el español Bernardino León, de conseguir acordar un Gobierno de unidad nacional.
El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, quien confiaba en albergar esta reunión este miércoles 17 de diciembre ha confirmado que el encuentro está pendiente de que culminen los esfuerzos de León de sentar en la mesa de negociación a representantes de los dos Parlamentos enfrentados en Libia.
Libia cuenta con dos gobiernos y dos parlamentos que compiten por el poder desde que el grupo Amanecer de Libia tomó la capital, Trípoli, en agosto y forzó al presidente reconocido internacionalmente, Abdulá al Thinni, a huir a la ciudad de Tobruk.
León tenía previsto reunirse entre hoy y mañana en la ciudad de Ghadames con representantes de los dos parlamentos, un encuentro que se ampliaría luego a "alcaldes y líderes religiosos de distinto color", ha explicado el ministro, quien ayer estuvo conversando con León sobre la situación de Libia.
Esta operación, ha añadido el jefe de la diplomacia, debería culminar en la formación de un Gobierno "de unidad nacional" presidido por un primer ministro e integrado "por dos viceprimeros ministros, cada uno de las distintas sensibilidades, islamista y liberal".
En ese momento, la conferencia de Madrid tendría lugar para que la comunidad internacional pudiera respaldar a ese Gobierno de unidad nacional.
Pero si se llegase a la conclusión de que este camino no es posible, la comunidad internacional se reuniría igualmente para estudiar qué medidas emprende para garantizar que Libia vuelva a la normalidad y no contagie a los países del entorno, "que es el gran problema en este momento", ha precisado el ministro.
García-Margallo avisó ayer desde Bruselas de que las potencias occidentales están dispuestas a aplicar un embargo petrolero a Libia si no hay un alto el fuego y diálogo político entre las partes en conflicto.
