VALENCIA, 10 Jun. (EUROPA PRESS) -
La sección tercera de la Audiencia de Valencia ha confirmado la condena de un año y tres meses de cárcel y una multa de 330 euros a un padre que se presentó en el cuartel de la Guardia Civil de Carlet y agredió a uno de sus agentes tras la detención de sus hijos.
De esta forma, la sala rechaza el recurso presentado por el condenado, que alegaba presunción de inocencia y error en la apreciación de la prueba. La sentencia ahora confirmada declaró probado que el acusado, sobre las 10 de abril de 2011 y ante la detención de sus hijos, se presentó en el puesto de Carlet y, tras dar un fuerte golpe en la puerta, accedió "muy alterado" y se dirigió a los funcionarios con amenazas de muerte.
Uno de los guardias civiles le salió al paso y le explicó el motivo de la detención, momento en el que el padre le agarró, le dio un empujón, le tiró a suelo y le pateó en el tórax. Otros funcionarios lograron reducirle mientras que el agente sufrió una cervicalgia y contusión.
En este caso, la sala señala que el juzgado de primera instancia contó con la declaración de los agentes de la Guardia Civil implicados, que no incurrieron en contradicciones, no observa en la sentencia error en la exposición de motivos, por lo que entendió probada la versión que expusieron los funcionarios, que declararon de forma "imparcial" y "profesional".
Además, añade que, según el juez de primera instancia, esta declaración quedó corroborada por las lesiones del acusado, que como versión exculpatoria se colocó "como víctima de una brutal paliza", sin que ene se caso hubiera apoyo probatorio.
