BARCELONA, 9 Dic. (EUROPA PRESS) -
Diferentes asociaciones civiles agrupadas en la Plataforma 'Barcelona decideix' (Barcelona decide) anunciaron hoy su intención de celebrar una consulta independentista en Barcelona organizada por 10.000 voluntarios, a pesar de lo que decida el pleno del Ayuntamiento al respecto.
En rueda de prensa, un miembro de la Coordinadora per la Consulta sobre la Independència, Uriel Bertran, explicó que la consulta necesitará la misma fuerza organizadora que los Juegos Olímpicos de 1992, y avanzó que el catalanismo de la consulta se simbolizará en edificios tan emblemáticos de la ciudad como el Palau Sant Jordi y la Sagrada Familia --donde se presentó hoy la plataforma--.
"Nos gustaría que la campaña que culmine en Barcelona se hiciera en el Palau Sant Jordi", manifestó en referencia a las oleadas de consultas el 13 de diciembre, el 28 de febrero y el 25 de abril, a falta de una fecha concreta para el referéndum de la ciudad condal, que se determinará en función de las posibilidades de la organización.
Bertran aseguró que la consulta en Barcelona será la punta de lanza de los referéndums que acogerá Cataluña en 2010. "Es fundamental que la capital de Cataluña lidere este proceso histórico", dijo Bertran augurando que será un ejemplo de "fuerza y movimiento". No obstante, admitió que será un reto muy importante, ya que la organización trabaja con medios "muy humildes y desde el voluntariado".
El presidente de la Asociación de Vecinos Font d'en Fargues, Lluís Vila, manifestó que la intención del referéndum es "poner la cerecita al pastel de las consultas que arrancó en Arenys de Munt", y aventuró que la cita será un ejemplo de democracia participativa.
Añadió que con el apoyo del Ayuntamiento el referéndum tendrá "más posibilidades de éxito, pero tirará adelante sin moción". Con esto, señaló que no se trata de un requisito "necesario ni imprescindible"; aunque admitió que es "deseable", algo en lo que coincidió con Bertran.
Para Bertran, Barcelona debe demostrar que tiene ganas de autodeterminación, por lo que se despidió al grito de 'Visca Barcelona y Visca Cataluña'.
