El contacto de Lavandera en la Guardia Civil indica que "le apartaron del caso"

Actualizado: lunes, 26 marzo 2007 22:06


MADRID, 26 Mar. (EUROPA PRESS) -

El contacto de Francisco Javier Lavandera en la Guardia Civil, vinculado a la unidad de Información del Cuerpo, Jesús Campillo, afirmó hoy ante el tribunal que en su opinión lo "lógico" hubiera sido encargar a su unidad tras las informaciones de su confidente referentes a la existencia de tráfico de explosivos a cargo de los acusados José Emilio Suárez Trashorras y su ex cuñado Antonio Toro. No obstante, indicó, le "apartaron del caso".

Precisó, no obstante, que la asignación a otra sección de este caso pudo producirse porque las informaciones que procedían del club de Gijón 'Horóscopo', donde trabajaba Lavandera, aludían también al tráfico de estupefacientes.

Además explicó que las confesiones de Lavandera --que desembocaron en la denominada "Operación Serpiente"-- le ocasionaron "muchos problemas" y que ahora mismo está "pendiente de asignación de destino" por motivo de una baja.

También precisó que en sus declaraciones de 2001, Lavandera aludía sin precisar nombres ni apellidos a un tal 'Toro' y 'Toño' como las personas que le propusieron colaborar en el tráfico de explosivos y en otras actividades ilegales. Después de las detenciones de la operación "Pipol", relacionada con el tráfico de estupefacientes, su contacto le llamó y le indicó que los dos acusados eran los que le proponían llevar a cabo el negocio ilegal.

De hecho, el testigo apuntó que este confidente le explicó como un día Antonio Toro le llamó y le enseñó una gran cantidad de explosivos y le espetó: "¡ven ven, ríete ahora!".

Explicó que su relación con Lavandera comenzó el 27 y 28 de agosto del 2001, cuando recibió una nota realizada por la Unidad Central de Operaciones (UCO) de Gijón en la que se detallaba que un portero de un club denominado 'Horóscopo' manifestaba "una serie de cosas" sobre tráfico de explosivos y se adjuntaba un número de teléfono.

Lavandera, dijo el testigo, apuntaba a una "cantidad de cosas inmensas y muy variadas" --informaba de tráfico de vehículos, de sustancias estupefacientes y falsificación documental-- por lo que acordó una entrevista con él al día siguiente.

Recordó durante su comparencia que se puso en contacto telefónico con 'Lavandera' y tras comprobar lo que venía recogido en la nota, concertó una cita en el domicilio de esta persona para tomarle testimonio. El agente de la Guardia Civil explicó que la reunión se celebró en el interior de su vehículo, aparcado justo en frente de la vivienda de Lavandera, y que al ver que eran datos "tan variados", decidió "grabar" esa conversación.

A raíz de la reunión --que no adquirió carácter de declaración oficial-- el funcionario de la Guardia Civil precisó que realizó un informe de tres folios de extensión y entregó la cinta a su oficial y que éste la remitió a la Unidad Central. Fruto de estas informaciones el testigo afirmó que se desarrolló una operación denominada 'Serpiente'.

Tanto a preguntas de la Fiscalía como de las defensas particulares sobre las razones por las que esa grabación fue reproducida en un medio de comunicación a finales del 2004, el testigo conjeturó que la cinta se perdió en un traslado de mobiliario en la comisaría.