MADRID, 4 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, reivindicó hoy la aportación histórica de las regiones menos ricas a la riqueza del conjunto y advirtió que no debe identificarse solidaridad con caridad.
Explicó que "solidaridad" no debe confundirse con "caridad" y afirmó que las CCAA menos avanzadas, menos ricas, también "hemos realizado, en el balance histórico de la unidad de España, aportaciones en recursos humanos y materiales, al conjunto".
Herrera explicó esta tarde la mesa de debate que dirige en la Convención Nacional del PP sobre "la cultura del respeto", un asunto que, dijo, espera que sea una iniciativa que continúe en los próximos meses. En la citada mesa, en la que también partició José María Michavila, estuvieron como expertos Cayetana Alvarez de Toledo, Benigno Pendás y Jorge Trías.
El presidente castellano afirmó que ahora se tiene una extraordinaria oportunidad para hacer una radiografía del momento político, desde el déficit de valores que tiene el Gobierno actual, del que dijo que carece de proyecto nacional, de ideas y de valores comunes.
Juan Vicente Herrera fue muy crítico con el Gobierno de Zapatero, del que dijo que practica la política del "todo vale", algo que, afirmó, "conduce a la relativización de los valores". Por ello, apuntó la necesidad de defender un "claro elenco de valores y apostar por una cultura del respeto y del civismo". "Es hora de volver a hablar de la dignidad de la persona", apostilló y añadió que los poderes públicos no tienen que tener duda de con quien estar, en referencia a agredidos y agresores.
El presidente castellano afirmó que Zapatero lleva la propaganda hasta sus últimas consecuencias y se refirió a la Ley de Igualdad, de la que dijo que está cargada de buenos propósitos pero criticó que, de nuevo, el Gobierno está en la política de "yo invito y tu pagas".
Finalmente, realizó dos reivindicaciones, por un lado, la política fundada en valores, repesentados en los valores constitucionales y por otro, el patriotismo democrático y constitucional que, señaló, "tenemos que defender", pero alejado de los "nacionalismos descerebrados" y de los que defienden conceptos de nación discutidos o discutibles.
Apostó por defender "sin complejos" una nación fuerte, con un sello de identidad, con coherencia y capacidad ética del servicio político.
