Convención.- Rajoy avisa a Zapatero que tendrá "queja para rato" si no rectifica el Estatut y la política contra ETA

Actualizado: domingo, 5 marzo 2006 16:42

((Esta noticia sustituye a la anterior sobre el mismo tema por un error en el titular. Perdonen las molestias))

Insiste en que irá a Cataluña para explicar su "no" a un Estatut cuya aprobación lamentará "todo el que no sea nacionalista fervoroso"

MADRID, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -

El presidente del PP, Mariano Rajoy, quiso aprovechar su discurso de clausura en la Convención Popular para, ante cerca de 8.000 personas, volver a tender la mano al presidente del Gobierno, ya que considera que todavía está "a tiempo" de no "comprometer" definitivamente el futuro de los españoles. Así, le ofreció un acuerdo para recuperar el consenso ante el nuevo Estatut catalán y la política antiterrorista, pero con un matiz: "El acuerdo ha de ser para rectificar el error, no para bendecirlo". De lo contrario, avisó, tendrá "queja para rato" de la oposición.

"Se nos recrimina porque no respaldamos la política antiterrorista del Gobierno. ¿A qué política se refieren?; ¿la conoce alguien?, ¿la de qué día? --se preguntó--. El señor Rodríguez Zapatero cambia de discurso cada mañana, en cada pueblo y ante cada individuo para poder decirle a todo el mundo lo que quiere oír. Además, diga lo que diga hoy, nadie sabe lo que dirá mañana. ¿Cuál es su postura?. Nunca he conseguido que me exponga sus intenciones. Además, si de verdad quiere consenso con nosotros, ¿por qué rompe el que ya existía?".

En este contexto, sacó a colación que el Pacto Antiterrorista que en su día firmaron PP y PSOE "desbarató" el empeño de sostener los crímenes de ETA con la esperanza de alcanzar un fin dialogado. Al tiempo, se interrogó en voz alta sobre cuáles son los motivos que llevaron a Zapatero a romper ese acuerdo y qué es lo que piensa "negociar" con la banda y "a qué precio".

RAJOY NECESITA PODER "MIRARSE A LA CARA"

"A mí me gustaría saber qué es lo que se nos reprocha. Qué es lo que nosotros estorbamos. ¿Acaso impedimos la derrota de ETA?. No. ¿Impedimos que la policía persiga a los terroristas?. No. ¿Impedimos que los jueces los encierren?. No. ¿Qué impedimos; de qué se quejan? --dijo--. ¿Tal vez de que no renunciamos a la derrota de los asesinos; se queja tal vez porque no nos gusta que rompa el pacto antiterrorista, que se burle de la Ley de Partidos, que permita el regreso de Batasuna, que esté desde hace un año haciendo guiños a ETA?. Yo no puedo porque no podría mirarme a mí mismo a la cara. Si se queja de esto, yo le aseguro que va a tener queja para rato".

Rajoy reiteró que el acuerdo que pone nuevamente sobre la mesa ha de tener como fin "rectificar el error" y en ningún caso "bendecirlo", puesto que no podrá ser "de ninguna manera" que el PP respalde que las víctimas de la "barbarie terrorista" sean el precio de la paz. "Eso no puede ser. Cometeríamos una indignidad. No lo digo por lo que han sufrido, que es mucho. El señor Rodríguez Zapatero no entiende que el principal problema de las víctimas no es de dinero, que está bien, ni de compasión, que está muy bien. Es una cuestión de dignidad. Las víctimas representan la agresión que ha sufrido", sentenció.

"SI EL GOBIERNO RECTIFICA, NOS TENDRÁ A SU LADO"

A continuación, reiteró que si el Ejecutivo socialista rectifica en el camino emprendido en lucha antiterrorista, tendrá "a su lado" al principal partido de la oposición, aunque entonces puso dos condiciones: La vuelta al pacto, que impide al Gobierno "sea el que sea negociar cuestiones políticas con terroristas a cambio del fin de la violencia" y el cumplimiento de la Ley de Partidos.

"Esto representaría reafirmar el mensaje de que el Gobierno de España no está dispuesto a pagar ninguna clase de precio para que nos perdonen la vida. Así de sencillo. Así de eficaz. Porque este es el único camino que ha demostrado ser útil para acabar con el terrorismo. Con este y con cualquier otro. Por lo tanto, que los terroristas no esperen de nosotros más que la derrota", resumió.

Tras recalcar que cualquier otra alternativa resultaría "indigna", exigió al jefe del Ejecutivo que haga honor a la palabra dada a través de su firma en el Acuerdo por las Libertades, porque su "obligación" es cumplir.

NO A UN ESTATUT DE "NACIONALISMO FERVOROSO"

Rajoy manifestó también su deseo de llevar a un acuerdo con Zapatero en lo que concierne al modelo de Estado, especialmente en lo que al Estatut de Cataluña se refiere. No obstante, dijo que a ninguna persona "sensata" se le puede escapar lo "difícil" que es lograr consensos con una persona cuya política carece de "hilo conductor".

"Me gustaría que el Gobierno rectificara y decidiera ocuparse de los problemas reales, pero tengo que confesar que soy muy escéptico. Lo soy porque si algo ha quedado claro en los últimos años es que este Gobierno carece de planes. Ni tiene proyecto, ni lo ha tenido, ni piensa tenerlo", remachó. Y esa falta de proyecto se nota, según Rajoy, en qué todavía no se ha hecho público qué pretende "hacer con España" Zapatero o si cree o no que es una nación.

Bajo su punto de vista, un proyecto político que no se hace público responde "a un propósito particular" o a la "pura arbitrariedad de un interés privado" y criticó que el Ejecutivo no quiera "atarse las manos" porque su presidente quiera "espacios despejados, y vías de escape para poder maniobrar y cambiar el rumbo de según convenga".

"Disfrutamos de un presidente del Gobierno que oculta sus intenciones en un pozo de sombras, no quiere comprometerse para no tener las manos atadas y depende de sus aliados ?resaltó--. ¡Cómo va a tener proyecto!. En esas condiciones es imposible y debemos comprenderlo. Reclamarle transparencia sería una forma de crueldad", ironizó.

Con estos argumentos y después de reiterar que "nadie" como él desea acuerdos para evitar "errores de difícil arreglo", aludió directamente a un Estatuto catalán que supone "un despropósito" y que, a su entender, es malo para los catalanes. Adelantó que va a ir mucho a Cataluña a repetir estas ideas, se ofreció de "cauce" para la denuncia a los socialistas de "buena fe" y avisó de que "cualquier catalán que no sea nacionalista fervoroso lamentará que se apruebe un Estatut que recorta su libertad, limita sus iniciativas y restringe sus derechos", concluyó.