Considera una "buena decisión" que Garzón se haya inhibido en su investigación sobre los desaparecidos de la Guerra Civil
MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, señaló esta noche que "siempre" respetó a su antecesor en el cargo, Francisco Álvarez Cascos, y que ahora no va a dejar de hacerlo a pesar de las críticas que el que fuera vicepresidente primero de Gobierno vertió hoy contra ella. "Cada uno es dueño de sus palabras y yo también voy a ser dueña de mis silencios", señaló.
Álvarez Cascos dijo hoy que la secretaria general del PP le quiere quitar el puesto al vicesecretario general del PSOE, Pepe Blanco, porque "en vez de hablar del PSOE se dedica a criticar al PP" y señaló que él no compatibilizaría la secretaría general con la presidencia de un partido en una Comunidad Autónoma.
"Hay otras personas en el PP que han compatibilizado su puesto de secretario general en el PP con otros puestos de responsabilidad y quizá es el mejor ejemplo el del señor Cascos. A mí me parece muy respetable", indicó en declaraciones a Onda Cero recogidas por Europa Press.
En la misma línea, De Cospedal se reafirmó hasta en dos ocasiones en sus recientes declaraciones en las que señalaba que en el PP había "algunos cobardes anónimos que reman en contra" del partido. Sin querer dar nombres para no "darles demasiada trascendencia", la número dos de los populares enfatizó que "todo el mundo" en su partido "sabe quiénes son".
MEMORIA HISTÓRICA Y BARCELÓ
De Cospedal también se refirió a la "buena decisión" del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón de inhibirse en su investigación sobre los desaparecidos de la Guerra Civil y el Franquismo. En este sentido, señaló que lo "importante" no es si tenía competencias o no sino que, en el momento de saturación actual que vive el mundo judicial, se dediquen todos los medios materiales y humanos a pleitos "que están vivos y no muertos".
La secretaria general del PP censuró que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero haya utilizado una partida de 500.000 euros del Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD) para financiar la cúpula del artista mallorquín Miquel Barceló del Palacio de Naciones Unidas, algo que consideró "un auténtico disparate".
