MADRID, 3 Nov. (EUROPA PRESS) -
La secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, defendió hoy que España seguirá "luchando y trabajando" para poder estar en la cumbre que reunirá a los países del G-20 el próximo 15 de noviembre en Washington para analizar la crisis internacional, pero apuntó que si finalmente la invitación no llega "tampoco hay que echarse las manos a la cabeza".
"Nosotros seguimos confiando en que vamos a estar porque tenemos el derecho de estar", aseguró la secretaria de Estado en declaraciones a TVE, recogidas por Europa Press. Jiménez subrayó que la decisión "no está tomada todavía" y aseguró que continuarán "haciendo todas las gestiones diplomáticas" porque España tiene "el derecho y la legitimidad de estar presente".
Además, recalcó que, en esta cuestión, "todo el mundo, incluidos los partidos de la oposición defienden la posición del Gobierno de España", algo que "no siempre ha sido así". "Ya tenemos un efecto positivo, ya todos tenemos claro que España tiene que estar y todos lo estamos defendiendo", insistió.
En relación a la posibilidad de que España acuda a la cumbre en representación de los países iberoamericanos, Trinidad Jiménez sostuvo que España no puede "pretender representar la voz de Latinoamérica", pero por una cuestión de "puro respeto", no porque no tenga "la capacidad de armonizar los intereses diferentes de estos países".
"Nosotros no somos quienes para representar la voz de Iberoamérica", recalcó Jiménez, quien, no obstante, agradeció "las expresiones de apoyo" que han tenido los Gobiernos latinoamericanos para que España se sume a la cumbre. "Creo que España debe estar porque es una economía muy importante en el mundo y por nuestra condición de país europeo sería más adecuado", subrayó.
Preguntada por la posibilidad de que la ausencia de España se deba a una especie de 'venganza' del presidente norteamericano, George W.Bush, con el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, Jiménez aseguró que este extremo "ni siquiera" se lo ha "planteado" el Gobierno.
"Eso lo descarto por completo", afirmó la secretaria de Estado, para después recordar que, aunque "la relación personal" entre Bush y Zapatero "no se ha producido", los contactos entre ambos países han sido "muy fluidos".
