MÁLAGA, 23 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un jurado popular declaró el pasado viernes culpables de un delito de asesinato y de otro de tenencia ilícita de armas a una mujer y a dos hombres, a los que la Fiscalía acusaba por la muerte del marido de la mujer, quien pidió a los dos hombres ayuda para el asesinato, según informaron fuentes judiciales.
Según indicaron a Europa Press las mismas fuentes, todas las decisiones menos una --que fue por mayoría-- fueron tomadas por unanimidad de los miembros del tribunal popular, quienes consideraron a uno de los hombres culpable del mismo delito de asesinato pero en calidad de cómplice.
Otras fuentes del caso indicaron que los jurados estimaron para la mujer la eximente incompleta de miedo insuperable y una atenuante muy cualificada. Ahora será el magistrado-presidente el que deberá dictar la correspondiente sentencia con las penas correspondientes, basada en el veredicto.
Un jurado popular enjuició la pasada semana a una mujer, acusada por la Fiscalía de contactar con dos hombres para que la ayudaran a matar a su marido en abril de 2003. El fiscal sostuvo que ésta le "aplicó la pena de muerte" y "se tomó la justicia por su mano, maquinando durante meses el asesinato en el que la víctima no pudo defenderse".
Además, lamentó que los otros dos acusados "se aprovecharon" de ella y de su situación, puesto que la relación con su esposo se había deteriorado hasta el punto de que "eran frecuentes los insultos amenazas e incluso el maltrato físico", con el fin de "sacarse 15.000 míseros euros".
Por su parte, la defensa de la acusada dijo que ésta tenía un "miedo atroz" a la víctima por los presuntos malos tratos y continuas vejaciones y amenazas que sufrió durante años, por lo que solicitó su absolución por eximente completa de miedo insuperable y por una atenuante de arrepentimiento espontáneo, puesto que confesó al ser detenida.
El letrado de la mujer aseguró que "no se puede decir que es una fría asesina que ha contratado a dos personas sin ver y tener en cuenta la situación que vivía", añadiendo que las dos denuncias que puso contra el marido, que fueron aportadas en el juicio como documental, "le costaron las mayores palizas de su vida".
