Defensa dice que problemas como los que ha encontrado Navantia con el submarino S-80 son "habituales" en estos proyectos

Imagen del submarino Peral
EUROPA PRESS

Rechaza asumir cualquier "responsabilidad política" por lo ocurrido y niega que los fallos puedan dañar la "imagen y credibilidad" de España

MADRID, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Ministerio de Defensa asegura que los problemas con los que se ha encontrado Navantia en el programa de submarinos S-80 debido a algunas desviaciones relacionadas con el balance de pesos son "habituales" en este tipo de proyectos y aún considera "prematuro" dar información sobre fechas concretas acerca de la subsanación completa del error.

Así lo afirma el departamento que dirige Pedro Morenés en una respuesta parlamentaria, recogida por Europa Press, al diputado de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) José Luis Centella, quien el pasado enero registró una pregunta en la que mencionaba el "considerable aumento del gasto público en la construcción de este proyecto".

Según recuerda el diputado en su pregunta, los problemas surgidos en la construcción de la serie de submarinos S-80, que desarrolla la empresa pública Navantia, han elevado el presupuesto de fabricación de los 2.135 millones de euros inicialmente previstos a casi 3.000 millones.

Navantia anunció en mayo de 2013 un nuevo retraso en el programa, ya que se habían detectado algunas desviaciones relacionadas con el balance de pesos del submarino durante una revisión técnica. La empresa estimó en aquel momento que las pruebas necesarias para evaluar el alcance de las desviaciones y los posibles trabajos de ingeniería para corregirlo podrían retrasar la fecha de entrega entre 12 y 24 meses, lo que se suma a la demora que ya acumulaba el programa y que fijaba la fecha de finalización en 2015.

SOLUCIÓN: ALARGARLO SIETE METROS

Unos meses después, en octubre, el ministerio adelantó que el rediseño del submarino estaría listo para principios de este año, una vez se pudo confirmar que la desviación de peso actual del sumergible alcanza el 8 por ciento, lo que se solucionaría alargándolo unos siete metros.

Centella registró su pregunta al Gobierno en enero, mientras que la fecha que aparece en la respuesta de Defensa es el 14 de febrero, si bien no fue registrada en el Congreso hasta el 3 de abril. En dicha respuesta, el Ejecutivo informaba de que se estaba llevando a cabo todavía el proceso de "reingeniería" para el rediseño del sumergible, pero rechazaba aportar más datos alegando que era "prematuro adelantar resultados de fechas o rendimiento definitivos". No obstante, dejaba claro que "la intención es finalizar este proceso tan pronto como sea posible".

En todo caso, el ministerio eludía asumir cualquier "responsabilidad política" por lo ocurrido, mucho más "en tiempos de dificultades económicas", al tiempo que rechazaba que los fallos detectados en la construcción de la serie S-80 puedan suponer "un daño objetivo a la imagen y credibilidad tecnológica" para este tipo de proyectos españoles.

Es más, el Gobierno considera que "continuar apoyando el desarrollo de este programa será beneficioso para todos". "Los problemas descubiertos por este Gobierno en el desarrollo del programa son habituales en proyectos de alto componente de I+D+i, tal y como ha ocurrido en otros países con proyectos semejantes. El desarrollo del programa proporciona a la industria naval capacidades tecnológicas punteras que le permitirán competir en el mercado internacional con un producto propio", defiende el Ejecutivo.

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