Destacados reclusos expresan su desacuerdo con que el asesinato de dos guardias civiles se cometiese en suelo francés

Actualizado: domingo, 3 febrero 2008 14:21


MADRID, 3 Feb. (EUROPA PRESS) -

El asesinato a tiros de los guardias civiles Fernando Trapero y Raúl Centeno el pasado 1 de diciembre en Capbreton, suroeste francés, provocó duras críticas entre 'históricos' presos de ETA, a los que los Servicios de Información conceden ascendente en el seno de la organización terrorista. Los comentarios de estos reclusos de la banda se referían al hecho de que ETA asesinase en Francia, en contra de la regla interna de la organización terrorista de limitar sus acciones a territorio español, informaron a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista.

Dos semanas después del atentado, ETA hizo público un comunicado en el que, por una parte, tachó de "ejecución" el asesinato de los guardias, pero cuidándose de precisar que se había producido "en el curso de un enfrentamiento armado". Sin embargo, la investigación policial, en la que han colaborado agentes franceses y españoles, ha concluido que los tres terroristas abandonaron la cafetería en la que habían detectado a los guardias antes que ellos, registraron su coche para constatar que se trataba de miembros de las Fuerzas de Seguridad españolas y, entonces, los aguardaron hasta tirotearlos. En todo caso, el comunicado continuaba con la advertencia de que la banda iba a seguir "actuando contra todas las fuerzas y aparatos represivos del Estado español sea en el lugar que sea".

Este desacuerdo del 'frente de makos' con la línea seguida por la dirección etarra tiene su precedente en la reacción que suscitó en las cárceles el atentado contra la T-4 de Barajas, que colocó en situación de crisis el proceso de diálogo que el Gobierno había abierto con la banda terrorista. Aquel atentado cogió por sorpresa a los presos de ETA, a los que la banda no tuvo en cuenta antes, durante y, en el momento, de poner fin al denominado 'proceso de paz', según han asegurado distintos responsables de la lucha antiterrorista, incluida la directora general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo.

La marginación sufrida durante el 'proceso' por los etarras encarcelados causó entre ellos un clima general de desánimo y desconcierto, que se agrandó con el atentado contra dos guardias civiles del Servicio de Información en Las Landas francesas. Las criticas de los presos, destacaron las fuentes consultadas, no iban dirigidas contra la "lucha armada" sino hacia la inconveniencia de seguirla en suelo francés.

Esto mismo ocurrió con la carta firmada en agosto de 2005 por Francisco Múgica Garmendia, 'Pakito', Ignacio Arakama Mendia, 'Makario', y otros tres presos, en el que constaban el fracaso de la "lucha armada" y destacaban la "vulnerabilidad" de la banda ante los constantes golpes policiales. "Nuestra estrategia político militar ha sido superada por la represión del enemigo", decían, sin llegar a condenar los asesinatos. Todos ellos fueron expulsados de ETA, según se detalló en un 'Zutabe' meses después. Para evitar la filtración de la carta, consideraciones de este tipo no se han vuelto a hacer por escrito.

'HISTÓRICOS' EN PUERTO III

Fuentes penitenciarias consultadas por Europa Press destacaron la relevancia que ha adquirido en los últimos meses la nueva prisión de Puerto III en el colectivo de presos etarras. Hasta allí han sido trasladados varios 'históricos' del colectivo desde su inauguración el 7 de junio pasado --dos días después de la ruptura formal del alto el fuego declarado por ETA catorce meses antes-- a la que acudió el propio ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Entre los actuales internos etarras de Puerto III se encuentra el portavoz del EPPK Juan Lorenzo Lasa Mitxelena, 'Txikierdi', el antiguo jefe del sanguinario 'comando itinerante' Henry Parot y el que fuera 'número dos' de ETA José Javier Zabaleta Elosegi, 'Waldo'. Estos dos últimos desempeñaron sus mayores responsabilidades en la banda cuando el ahora expulsado 'Pakito', era el máximo responable de la organización terrorista.