Detenidas 46 personas pertenecientes a varias bandas por robos en centrales eléctricas,tendidos del AVE y casas de campo

Guardia Civil detiene al presunto autor y al cómplice de tres robos con violenci
Guardia Civil
Actualizado: martes, 27 julio 2010 13:03

En un registro la Guardia Civil encontró a una joven autista desnuda y en condiciones insalubres encerrada en la Cañada Real Galiana

MADRID, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -

La Guardia Civil ha detenido a 46 personas pertenecientes a varios grupos organizados a quienes se atribuye la comisión de más de 80 robos con fuerza perpetrados en polígonos industriales, casas de campo, centrales eléctricas, bares, tendidos de la línea del AVE y obras en construcción y paquetería de toda la geografía nacional.

En la operación, bautizada 'Bymolok', los agentes han procedido además a la detención de M.L.A tras efectuar un registro en la Cañada Real Galiana de Madrid donde se localizó en el interior de una habitación de 3x3 metros, cerrada con llave y sin ventilación alguna, a una persona autista F.L.A., de 20 años de edad y totalmente desnuda.

Según informó la Guardia Civil, la joven presentaba una disminución de su capacidad orgánica y funcional del 72 por ciento y desarrollo cognitivo inferior al de una persona de 12 meses. Los agentes la encontraron totalmente desprotegida, recluida contra su voluntad y en condiciones insalubres con peligro para su vida.

Tras liberar a la joven, los agentes solicitaron la atención de los Servicios Sociales de Madrid cuyos facultativos trasladaron a la víctima al Hospital Gregorio Marañón para su tratamiento dado el estado en el que se encontraba.

El operativo se inició en diciembre de 2009 en la localidad de Daimiel (Ciudad Real) tras las denuncias de varios robos cometidos en naves del polígono industrial, casas de campo y bares. Además, para cargar y transportar los efectos sustraídos, los ladrones robaron varios camiones y furgonetas propiedad de las empresas víctimas de los hechos delictivos.

El Instituto Armado constató que la red residía en la localidad de Parla (Madrid) y que estaba estructurada jerárquicamente, dividiéndose en pequeños grupos perfectamente organizados y actuando de forma simultánea en varios locales a la vez. Al parecer, varios integrantes abandonaron este grupo y establecieron otra organización ilícita en la provincia de Córdoba y en la Barriada de Valdemingomez (Cañada Real Galiana) de Madrid, independizándose así de la organización inicial, la cual, no obstante, modificó su estructura y continuó delinquiendo de forma habitual.

En la operación, desarrollada en las provincias de Ciudad Real, Madrid y Córdoba, se ha acusado a los detenidos de los delitos de robo, receptación y asociación ilícita.

BUEN ESTADO FÍSICO Y CONOCIMIENTO DE ALARMAS

Una vez detectada la zona objeto de los robos, actuaban de forma organizada en pequeñas células de cuatro o cinco componentes sobre los lugares escogidos, lo cual dificultaba la acción policial al activarse varias alarmas a la vez.

Antes de cometer los robos, colocaban en los caminos de acceso a miembros del grupo encargados de vigilar y avisar en caso de percatarse de posible presencia policial. Los acusados utilizaban además medios autónomos de iluminación, como linternas y focos, junto con varias herramientas "ruidosas" como radiales, martillos percutores. En cualquier caso, al tener reconocida perfectamente la zona, siempre tenían preparada la posible vía de huída.

Los miembros del grupo poseían buenas condiciones físicas y amplios conocimientos en sistemas de alarmas para evitar la activación de posibles sensores. Asimismo, para no ser detectados ni identificados, procedían a violentar las posibles cámaras de seguridad y circuitos cerrados de vigilancia de los lugares a robar.

Según los investigadores, utilizaban en sus desplazamientos vehículos de gran cilindrada, cuyo gasoil era el sustraído en los robos cometidos en explotaciones agrícolas. Igualmente utilizaban sistemas para ocultar las matrículas de los vehículos.

Además, vestían ropas oscuras y utilizaban pasamontañas y guantes para no dejar prueba alguna. Una vez finalizados los robos, introducían los efectos en uno de los vehículos, en mayor medida en camiones, y circulaban por caminos contando siempre con el apoyo de un vehículo lanzadera.

JERGA EN LAS COMUNICACIONES TELEFÓNICAS

A la hora de actuar, hacían uso de una gran agresividad y violencia, no dudando en reventar las puertas de acceso de los lugares donde se cometían los robos e incluso enfrentándose a los propietarios de los locales en caso de encontrarse con ellos.

La residencia de una de las organizaciones delictivas en la barriada marginal de Madrid conocida como la Cañada Real junto con el empleo de lenguajes convenidos y de jergas específicas de los países de origen en las comunicaciones telefónicas dificultaba su posible control policial y localización.

En las localidades de Valdemoro, Parla, Leganés y Madrid, se efectuaron ocho entradas y registros y se detuvo a 18 personas, consiguiéndose la desarticulación del grupo inicial. A continuación se procedió al arresto de los integrantes del grupo con sede operativa en la Cañada Real Galiana (Barrio de Valdemingomez), 21 personas entre las localidades de Rivas-Vaciamarid, Madrid y Coslada, efectuándose 12 entradas y registros.

Por último se procedió a la desarticulación del grupo con sede operativa en Córdoba con la detención de otras 7 personas y 1 entrada y registro. Los hechos delictivos cometidos por la red investigada se han desarrollado en las provincias de Ciudad Real, Toledo, Córdoba, Madrid, Sevilla, Jaén, Zamora, Valencia, Guadalajara, León y Palencia.

En total, se han recuperado calderas recién instaladas en urbanizaciones antes de su entrega al público, material de construcción, electrónico, más de 3.500 kilos de cobre procedente de subestaciones eléctricas, catenaria vía del AVE y transformadores de explotaciones agrícolas. Además, se intervinieron efectos de perfumería y cosmética, telefonía móvil, joyas, dinero en efectivo y cinco armas manipuladas y preparadas para hacer fuego con abundante munición.

El valor de los efectos intervenidos asciende a más de un millón de euros y procede de robos los efectuados. Las investigaciones han sido dirigidas por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Daimiel. La operación continúa abierta por lo que no se descartan nuevas detenciones.