MADRID, 11 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Policía Nacional y la Guardia Civil han desarticulado una organización delictiva y ha detenido a siete personas de distintas provincias españolas que habría estafado cerca de un millón de euros mediante el engaño en la compraventa de vehículos de lujo procedentes de Alemania.
La operación, que se ha desarrollado de forma conjunta entre ambos cuerpos de seguridad, comenzó en Navarra tras la denuncia de un primer estafado, si bien la trama operó en Barcelona, Málaga y Sevilla entre otras ciudades. El cabecilla de la organización fue localizado en una urbanización de lujo en la comarca de Aljarafe (Sevilla).
En los registros practicados se han intervenido equipos informáticos, documentación, joyas y efectos personales de lujo, un vehículo de gama alta y 24.450 euros en efectivo. En este sentido, se ha detenido a siete personas de distintas provincias españolas y se ha investigado a otra más, mientras que el número de estafados asciende hasta 27.
Durante la investigación, los agentes constataron que en Madrid, Pamplona y Sevilla, así como en otras localidades repartidas por toda la geografía nacional, también se habían detectado a otras víctimas de la presunta estafa. La red delictiva empleaba cuatro sociedades gestionadas por el cabecilla, y abría oficinas o sucursales en Barcelona, Málaga o Sevilla que cambiaban de ubicación cada pocos meses.
El dispositivo policial permitió descubrir la localización del líder de la organización en una urbanización de lujo de un pueblo de Aljarafe (Sevilla). Además, se encontró en el municipio sevillano de Dos Hermanas un vehículo de alta gama que había sido abonado al completo por una de las víctimas y que el cabecilla había puesto a nombre de una de las empresas de la trama.
VEHÍCULOS DE ALTA GAMA "A PRECIOS COMPETITIVOS"
La organización ofertaba, a través de empresas de compraventas de vehículos, anuncios de automóviles de alta gama importados de Alemania a "precios muy competitivos" de acuerdo con el sector. Los presuntos estafadores se ofrecían como intermediarios de la compra y se ganaban la confianza de sus víctimas.
De esta forma, los integrantes de la organización solicitaban el pago por adelantado a supuestos 'comerciales' que formaban parte de la red delictiva y gestionaban viajes a Alemania para que los clientes pudieran ver y probar su vehículo. Posteriormente, solicitaban al comprador el abono total del vehículo con la promesa de recibirlo en un plazo de entre 10 y 15 semanas. Pasado el tiempo, el cliente no recibía su adquisición, y los responsables cerraban la sociedad y se trasladaban a otra ciudad.
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