MADRID, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Ertzaintza disolvió hoy una manifestación en Vitoria en la que participaban unas 2.000 personas que homenajeaban a los trabajadores muertos el 3 de marzo de 1976 por corearse gritos en favor de ETA y de los dos presos de la banda terrorista que murieron en estos días -uno de un infarto y otro por suicidio-. Como consecuencia de los disturbios hubo al menos un detenido y tres personas resultaron heridas. Precisamente hoy el portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, hizo un llamamiento a la ciudadanía para acudir a despedir al preso etarra Igor Angulo, que se quitó la vida el pasado día 27 en la cárcel de Cuenca.
La policía autonómica se vio obligada a disolver la manifestación al portar los manifestantes la ikurriña con fotos de los dos presos de ETA muertos recientemente. Tras pedirles por megafonía que las retirase y negarse los que la llevaban, los agentes antidisturbios procedieron a cargar contra ellos, que se dispersaron por las calles adyacentes. Los manifestantes colocaron barricadas en las cercanías, con gritos de la Ertzaintza de "perros", "Policía asesina", "iros de aquí" o "vosotros también sois perros".Como consecuencia de la revuelta una persona fue detenida y tres resultaron heridas.
Mientras esto sucedía, Otegi, que compareció en San Sebastián junto a Joseba Permach, hizo un llamamiento a la ciudadanía para que vaya mañana a Santurtzi a despedir al preso etarra Igor Angulo, que se suicidó el día 27 en la cárcel de Cuenca ahorcándose con el cordón de sus botas.
En referencia a este suceso y a la muerte del preso etarra Roberto Sainz de un infarto, Otegi dijo que no es verdad que no hayan muerto personas en tres años, hechos de los que culpabilizó al Gobierno central y el PSOE por "mantener la política de dispersión y aislamiento que no conduce sino a la pena encubierta de los reclusos".
PLANIFIFACIÓN CONJUNTA
No obstante, acusó al PNV de tener parte de responsabilidad por haber planificado la dispersión conjuntamente con el Estado español y que a día de hoy mantienen una actitud absolutamente pasiva con lo que es un drama".
En ese sentido, dijo que a Batasuna "se le han terminado los adjetivos para definir a aquellos que secuestran cadáveres, los que entierran por orden judicial e impiden que los hombres y mujeres de este país le demos el último adiós a las gentes que queremos, que seguimos queriendo y que nunca dejaremos de querer, que es a los luchadores de este país".
Por eso, reclamó que "las gentes de este país puedan decirle adiós y expresar sus sentimientos y solidaridad con la familia de Angulo" y de Roberto Sainz y, para ello, pidió al lehendakari, Juan José Ibarretxe, que "sea lo suficientemente responsable como para no agravar todavía la que ya es una grave situación en Euskal Herria".
