Las diligencias no aportan datos relevantes sobre Anza

Actualizado: miércoles, 24 marzo 2010 1:01


MADRID, 24 Mar. (EUROPA PRESS) -

Las diligencias abiertas por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu para investigar la muerte del etarra Jon Anza, cuyo cadáver apareció el pasado 11 de marzo en una morgue de la localidad francesa de Toulouse, no aportan datos relevantes sobre las circunstancias en que se produjo su desaparición, según informaron este martes fuentes jurídicas.

El magistrado, que ordenó en febrero pasado la práctica de varias pruebas a petición de las autoridades francesas, ha remitido a la Fiscalía del Tribunal de Gran Instancia de Bayona un listado en el que se detallan las llamadas telefónicas realizadas por el etarra en las fechas anteriores a su desaparición, que se produjo el 18 de abril de 2009, así como los últimos movimientos que se registraron en sus cuentas bancarias.

Sin embargo, las citadas fuentes recalcaron que estos datos no arrojan luz ni informaciones de relevancia que puedan explicar la desaparición del etarra, que se produjo después de que cogiera un tren en la estación de Bayona con destino a Toulouse, donde tenía previsto celebrar una cita con miembros de la organización terrorista ETA para entregarles una cantidad de dinero procedente de la extorsión.

Anza fue encontrado el 29 de abril en un parque cuando se encontraba inconsciente y sin documentación. Posteriormente, fue trasladado al hospital, donde murió unos días después. La autopsia descartó que la muerte se hubiera producido de forma violenta y apuntó a un fallo multiorgánico, aunque la familia de Anza reclamó la realización de un nuevo examen médico.

ESTADO FÍSICO Y MENTAL

Andreu también ordenó a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que preparasen un informe en el que se detallase en qué estado físico y mental se encontraba Jon Anza en el momento de su desaparición, a fin de determinar si pudo extraviarse y sufrir un accidente.

La apertura de diligencias por parte del titular del Juzgado Central de Instrucción número 4 se produjo después de que la Fiscalía de la Audiencia Nacional recibiera una comisión rogatoria de la fiscal del Tribunal de Gran Instancia de Bayona Anne Kayanikis, que investigaba desde mayo pasado la desaparición del etarra a petición de su familia.

La desaparición de Jon Anza se convirtió en una de las principales reivindicaciones de la izquierda 'abertzale' y mantener presente esta causa una de las directrices de ETA tal y como se evidencia en algunos de sus comunicados o documentos internos. Según un auto del juez Batasar Garzón, ETA incluía una serie de instrucciones para lograr una "activación popular" de cara al verano de 2009, entre las que indicaba que "las denuncias de la desaparición de Jon Anza con la presencia de sus fotos" tenían que ser "una constante".

Jon Anza tenía 47 años y sufría una grave enfermedad. Cumplió una condena de 20 años de cárcel por su integración en ETA y, pese a haber nacido en San Sebastián, a su salida de prisión en el año 2002 se trasladó a Francia, donde seguía colaborando con los terroristas realizando labores de 'correo'.

Su familia denunció su desaparición en abril de 2009 y, un mes después, la banda terrorista hizo lo propio a través de un comunicado en el que admitían que Jon Anza no había acudido a la cita que tenía prevista con la dirección etarra en Francia para entregarle una importante suma económica procedente de la extorsión.