PALMA DE MALLORCA, 10 Abr. (EUROPA PRESS) - -
El diputado del PSOE por Baleares en el Congreso de los Diputados, Antoni Garcias, se ratificó hoy en la querella por calumnias que interpuso el pasado mes de abril de 2007 contra la presidenta del PP de Baleares, Rosa Estaràs, al considerar que con sus declaraciones, ésta vulneró su derecho al honor y su credibilidad.
Así lo aseguró hoy en declaraciones a los medios de comunicación tras comparecer como querellante ante el Juzgado de Instrucción número siete de Palma ante el magistrado titular Antoni Garcias Sansaloni, en una comparecencia que se prolongó por un tiempo de unos diez minutos.
Garcias recordó que durante la época en la que Estaràs realizó las afirmaciones objeto de la querella, él estaba fuera de la política, por lo que justificó la presentación de la misma en el hecho de que siempre se ha caracterizado por mantener en su vida "el honor y la credibilidad".
El diputado consideró que con sus declaraciones, Estaràs vulneró estos derechos, por lo que le pidió que se retractara de sus afirmaciones, algo que la 'popular' no hizo y derivó en la querella por calumnias por parte de Garcias. "Las pruebas han sido aportadas desde el incio, ahora la querella está en fase de instrucción" sostuvo.
"Ella no quiso disculparse en el momento que le tocaba. Yo al principio le dije que podría haber sido un error, pero ella no quiso volver atrás, lo que creo que fue una equivocación por su parte" sostuvo el diputado, quien señaló que ahora la querella "ya está en marcha".
Asimismo, sostuvo que por el momento no se recoge la petición de indemnización y señaló que si la tramitación de la querella se ha retrasado debido a que Estaràs formaba parte del Gobierno y al periodo electoral.
En el transcurso del último pleno de la pasada legislatura de la Cámara Autonómica, Estaràs acusó a Garcias y al ex director general de Presidencia del Govern, Pere Fullana, de haber propiciado el pago por duplicado a la aerolínea Iberia de dos billetes de avión a Cuba, apuntando que esta irregularidad podría encubrir que las esposas de estos altos cargos les acompañaron, costeando su viaje con dinero público.
