Dos años de cárcel por malos tratos para la dueña de una ludoteca infantil de Vilanova i La Geltrú (Barcelona)

Actualizado: jueves, 22 enero 2009 13:17

BARCELONA, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Juzgado Penal número 2 de Vilanova i La Geltrú (Barcelona) ha condenado a dos años de prisión a la propietaria y directora de la ludoteca El Món dels Barrufets de la localidad, que gritaba y amenazaba a los niños y bebés que tenía a su cargo, les encerraba a modo de castigo y les obligaba a comer cuando se negaban.

La juez considera que, entre diciembre de 2005 y marzo de 2006, la acusada, Saray O.M., "desbordada por el trabajo, trató a los niños de modo inadecuado para su edad, adoptando conductas agresivas y de desprecio" hacia seis de ellos, de edades comprendidas entre el año y seis meses y los ocho años.

En concreto, ha declarado probado que, el 13 de marzo, Saray O.M., amenazó a un niño de dos años y ocho meses con pegarle si no dejaba de gritar y que, una semana después, también le encerró durante media hora en un cuarto junto a otros dos menores de la misma edad.

El 15 de marzo la procesada encerró a un niño de un año y nueve meses en la habitación donde se guardaban los cochecitos de los bebés durante media hora, hasta que la empleada que denunció el caso lo sacó de allí. También castigó a un niño de ocho años encerrándolo en un baño a oscuras, mientras que a otro lo levantó por las orejas

Durante el juicio, Saray O.M. negó haber maltratado a los pequeños, si bien reconoció haber levantado la voz "en los momentos necesarios como cuando se estaban pegando" porque "con los niños hay que ser un poco nazi". Además, aseguró que algunos de los niños pedían estar solos cuando había "jaleo" y, en algunas ocasiones, ella les separaba para que se tranquilizaran si estaban alborotados.

Sin embargo, los niños empezaron a tener comportamientos "extraños". Sus padres relataron que estaban más nerviosos, agresivos y tristes, y que algunos empezaban a llorar desconsoladamente cuando se acercaban a la ludoteca, situada en la calle Xoriguer del barrio de Sant Joan, y se despertaban por la noche llorando y chillando.

La juez la ha condenado a dos años de prisión por cuatro delitos contra la integridad moral --y no seis como pedía la Fiscalía--, a pagar un total de 600 euros de multa por dos faltas de vejaciones y por otras dos de maltrato --y no tres como solicitaba el Ministerio Público--. También deberá indemnizar con 1.000 euros a uno de los menores y no podrá cuidar niños durante dos años.

CÁMARA OCULTA

El caso se destapó en marzo de 2006 gracias a la denuncia de una empleada, Sandra P.H., quien, durante los cuatro meses que trabajo la ludoteca, presenció "pellizcos, tortazos y tirones de orejas". También aseguró que la acusada hacía comer a los niños sus propios vómitos y que les encerraba en cuartos oscuros, húmedos y fríos.

La joven pidió asesoramiento a Protección del Menor, grabó los malos tratos con una minicámara que incorporó al botón de sus pantalones y entregó los vídeos a la Policía. Durante la vista, la defensa de Saray O.M. aseguró que la relación entre ambas era tensa y que Sandra P.H. actuó por despecho al enterarse de que iba a ser despedida.